Un total de 262 personas han muerto en las carreteras españolas durante los meses de julio y agosto, lo que supone 62 víctimas menos que en 2011 y convierte este verano en el de menos siniestralidad de la historia.

Así lo ha asegurado la directora de Tráfico, María Seguí, en una rueda de prensa en la sede del Centro de Gestión de la DGT en la que ha dado cuenta del balance de siniestralidad en las carreteras este verano.

"Es un día especialmente grato porque es positivo, optimista y nos da muchas esperanzas para lo que queda del año", ha destacado Seguí sobre el descenso tan relevante del número de muertos en accidentes de tráfico este verano, especialmente en el mes de julio, con 117 fallecidos, lo que supone 55 víctimas menos que en el mismo mes del pasado año y una reducción del 32%.

El mes de agosto ha finalizado con 127 accidentes mortales en los que fallecieron 145 personas, siete menos que en el mismo mes del pasado año en el que hubo 152 víctimas.

Seguí ha destacado que han descendido no solo el número de muertes, sino también el de accidentes, el de heridos graves, aunque ha lamentado que el 23% de los fallecidos en turismo no llevara puesto el cinturón de seguridad.

Otro de los 'peros' de los buenos datos de siniestralidad, según ha resaltado la directora de Tráfico, es que de los seis niños menores de 12 años fallecidos este verano, la mitad no viajaba con el sistema de retención infantil.

Seguí ha resaltado el trabajo de todo el dispositivo de vigilancia en las carreteras en esta Operación Verano y ha agradecido a la población su buen comportamiento y por ser "los auténticos protagonistas de estos resultados".