La sección sindical de UGT en el Ayuntamiento de Sevilla ha alertado este viernes del "inminente cierre" de la estación de autobuses ubicada en el Prado de San Sebastián. con el "consiguiente daño que se causará a trabajadores y negocios ubicados en las instalaciones y en la zona", y anuncia la entrega de más de 3.000 firmas contra esta decisión en el Ayuntamiento.

En este sentido, el secretario general de UGT en el consistorio hispalense, Santiago de los Reyes, ha señalado a Europa Press que ya se le ha comunicado a las empresas que se encuentran en la estación que vayan recogiendo sus enseres, alegando que las instalaciones "no son rentables", mientras que a los trabajadores "ni siquiera se les ha informado aún de lo que está pasando y qué ocurrirá con ellos", apuntando a la existencia de 26 empleados municipales en las instalaciones.

"El cierre se está llevando a cabo de una forma muy poco adecuada porque a los trabajadores no se les ha informado de nada, sin mantener ninguna reunión con ellos ni sus representantes", agrega, tras señalar que parece ser que serán trasladados a realizar labores de mantenimiento o al cementerio "pero sin conocer las condiciones". Además, advierte de que hay personas que llevan más de 30 años desarrollando su labor en la estación y que ahora "le cambian todo de un plumazo y lo mandan a mantenimiento o al cementerio".

Indica que no se les da información "a pesar de que la han pedido" a la Delegación de Hacienda y Recursos Humanos y a Movilidad y Seguridad, "un área que hará igual con estos trabajadores que con los escoltas, que primero los cambia y después lo comunica". De los Reyes señala que se ha realizado una entrega de 2.500 firmas y en breve se hará de otras 1.000, cuyas copias se han entregado al alcalde, al PSOE y a IU, y que también será remitido a la Diputación de Sevilla, al ser una medida que afecta a "muchos pueblos".

En este sentido, agrega que la estación de autobuses conecta Sevilla con 150 pueblos de la provincia, además de Cádiz, Córdoba, Málaga y Extremadura o Lisboa y Oporto, con "miles de personas de forma diaria". También, apunta a los negocios que cerrarán en la estación y al "daño" que se realiza a todos los negocios que se encuentran cercanos a estas instalaciones, como es la restauración.

"Se cierra un edificio de 1940 y se pierde la oportunidad de seguirlo utilizando como importante nudo de comunicación con el metrocentro, el metro o los autobuses de Tussam, ya que se los llevarán a Plaza de Armas, "al otro extremo", mientras que los que ahora paran allí "ahora tendrá que hacerlo en plena calle", añade, tras señalar que "todo esto sin saber que pasará con el edificio, que es BIC, con protección arquitectónica donde no se puede construir ningún centro comercial ni nada". "El edificio, de Tussam, suponemos que se usará para venderlo y hacer caja", lamenta.