La organización agraria Asaja Málaga ha lamentado "profundamente" los daños originados por el incendio que se desató en la noche del jueves en la provincia, que está siguiendo "muy de cerca", y se ha mostrado a disposición de la Administración.

Asimismo, Asaja Málaga ha recordado en una nota que los incendios se sofocan principalmente con las actividades preventivas de los agricultores, ganaderos y propietarios forestales en sus tierras en los meses inviernos, realizando las tareas tradicionales de prevención como son los desbroces, las limpias y las podas, entre otros, que se recogen en los planes de prevención de incendios, como garantes y conservadores del medio ambiente. De hecho, el 74 por ciento del patrimonio forestal de Málaga, es decir, unas 325.000 hectáreas, están en manos de estos propietarios forestales.

De esta manera, la organización agraria ha pedido el regreso de los ganaderos al monte, después de que el abandono progresivo de la ganadería por su escasa rentabilidad haya hecho que "apenas se vean cabezas de ganado pastando por los montes". La Conserjería de Medio Ambiente, desde el año 2005, ha intentado frenar este problema mediante el proyecto de Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía (Rapca), consistente en el pastoreo controlado de los ganaderos, limpiando el monte de material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso y manteniendo las áreas cortafuegos, provocando discontinuidades en las masas forestales e impidiendo la propagación de los incendios.

En Málaga, en concreto, participan en este proyecto 53 pastores, que han limpiado un total de 1.800 hectáreas, lo que supone cerca de mil kilómetros de cortafuegos en unos 43 montes, unos números "todavía escasos" para el volumen total de montes públicos de la provincia.