M.Técnicos confían en que el "letargo" estival "reduzca" el efecto del incendio en la tortuga mora

Un informe preliminar apunta el "alto grado de regeneración natural" del LIC de Sierra Cabrera

Los efectos sobre la población original de tortuga mora (testudo graecus), catalogada en peligro de extinción, del incendio que ha calcinado 347 hectáreas en el municipio de Bédar (Almería) declaradas Lugar de Interés Comunitario (LIC) es "grave" aunque los técnicos de la Junta de Andalucía confían en que el letargo en el que se encuentra esta especie durante los meses de estío "contribuya a reducir la afectación".

A la espera de realizar un estudio en "mayor profundidad", ya que el operativo del Infoca continúa actuando en la zona en labores de refresco del suelo, fuentes de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente han trasladado a Europa Press que la incidencia a la fauna que tiene aquí su hábitat "esta ligada a la pérdida de vegetación" si bien la tortuga mora "se encuentra en un periodo de relentizacion de actividad como consecuencia de las elevadas temperaturas estivales".

Cabe recordar que la Administración autonómica ha reintroducido en la zona en los últimos años más de un millar de ejemplares de esta especie el marco de los trabajos que se diseñaron para recuperar la zona tras los dos incendios forestales que arrasaron en 2009 alrededor de 6.900 hectáreas de masa vegetal de Sierra Cabrera.

Un primer informe de la Junta sobre los efectos del fuego en la flora y fauna de este LIC señala que la pérdida de la vegetación, en "un cien por ciento matorral", podría afectar a la presencia de aves estepáricas que confieren a la zona "un interés a nivel nacional, dada la escasez de hábitats similares en la península".

Indica, asimismo, que el elevado número de acantilados de la Sierra Cabrera favorece el asentamiento como nidificantes de rapaces como el águila real, águila perdicera y halcón peregrino y destaca la presencia de algunos mamíferos terrestres como el erizo moruno y la comadreja, representada por la subespecie endémica del sureste ibérico 'Mustela nivalis iberica'.

Regeneración vegetal

Con respecto a la flora, cuya importancia radica "en ser una de las zonas de mayor diversidad con un catálogo por encima del millar de especies", recoge esta valoración preliminar que, "aún siendo grave la afección del fuego sobre las comunidades vegetales que pueblan el espacio", esta tiene un carácter "pasajero" ya que este espacio "posee un alto grado de regeneración natural".

Al hilo de esto, las mismas fuentes han precisado que, en lo que se refiere al plan de restauración, obligado en montes públicos afectados por incendios y, en este caso, las llamas han arrasado 231 hectáreas con estas características, la primera fase pasa por retirar la vegetación arbórea quemada. "Luego se verá si es necesario ayudar a la restauración con repoblación artificial o si se deja que se produzca una regeneración natural", han añadido.

El dispositivo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta de Andalucía —Plan Infoca— mantiene este martes en la zona un vehículo autobomba y un retén de especialistas en labores de refresco, por lo que el fuego aún no se ha dado por extinguido.

Al operativo, se ha sumado esta mañana un helicóptero que está sobrevolando el perímetro para, en caso de detectar áreas que humean y si fuera necesario, efectuar "descargas puntuales".

El fuego, que obligó a desalojar Bédar y tres diseminados se dio por controlado a las 22,30 horas del domingo después de que se tuviese que activar el nivel de emergencia 2 por la cercanía de las llamas al núcleo urbano del municipio y se solicitase la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

A la espera del informe definitivo de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), todo apunta a que la mano del hombre originó el fuego en una cuneta con una colilla o con cualquier otro tipo de material aunque queda por determinar si se trata de una negligencia o es intencionado.

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