Timothy H. O'Sullivan, el primer fotógrafo del lejano oeste

  • Entre 1867 y 1872 se encargó de documentar para los servicios topográficos militares una zona de 1.300 por 200 kilómetros entre California y Wyoming.
  • Hizo con minuciosidad miles de fotos y no sólo del paisaje, sino también de mineros, colonos y aventureros.
  • Fue uno de los pioneros de la imagen documental y sin concesiones a los patrones del paisajismo pictórico.
Un carro intenta atravesar una zona de dunas de arena el desierto Carson
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Timothy H. O'Sullivan nació en Irlanda en torno a 1840 —no hay registros precisos—, pero a los dos años emigró a los Estados Unidos con sus padres. Aunque no vivió demasiado (murió en 1882 de tuberculosis), dejó detrás una obra fascinante: fue el primer fotógrafo que retrató los territorios del Lejano Oeste de manera científica y sin caer en los vicios del paisajismo que intentaba imitar a la pintura.

La exposición Timothy H. O'Sullivan: The King Survey Photographs (Timothy H. O'Sullivan: las fotografía de la Expedición King) presenta una antología de uno de sus trabajos más notables: la documentación exhaustiva de una zona de 1.300 por 200 kilómetros de la que ni siquiera existían mapas fiables, situada entre los estados de California y Wyoming.

Mucho fervor

La muestra, que se exhibe hasta el domingo dos de septiembre en el Museo de Arte Nelson-Atkins (Kansas City-EE UU), muestra por qué O'Sullivan sigue siendo el más admirado y estudiado de los valientes fotógrafos que, con medios escasos pero mucho fervor, se internaron en terrenos difíciles y salvajes. No satisfecho con hacer un minucioso inventario de la orografía, este pionero retrató con igual maestría a los mineros, colonos, aventureros, indios y demás pobladores iniciales del territorio.

Tras fotografiar los sangrientos escenarios de la Guerra Civil estadounidense —donde hizo fotos tan periodísticas y descriptivas en su horror como la de los cadáveres de soldados sembrando el escenario bélico de Gettysburg— a O'Sullivan le ofrecieron acompañar como jefe de fotografía  a la Expedición King, financiada por el ejército y dirigida por el mítico geólogo Clarence King. El objetivo era investigar los terrenos situados a ambos lados del paralelo 40 norte, que era el trazado-guía inicial para el ferrocarril transcontinental que uniría ambas costas de los EE UU en 1869.

Incluso fotos reflexivas

A partir de 1867, O'Sullivan acompañó a King y sus hombres en cuatro largos períodos. Hizo tantas fotos —buena parte de ellas están en el archivo online del Servicio Geológico de los EE UU— que resulta difícil saber de dónde sacó tiempo para una labor tan detallada. El fotógrafo hizo estudios técnicos para los topógrafos, paisajes, documentó los trabajos de minería en la zona, retrató pequeñas ciudades y asentamientos, hizo fotos de la expedición en sí e incluso firmó unas cuantas imágenes de autor de tono reflexivo.

"Hay una buena razón para entender por qué O’Sullivan sigue siendo un fotógrafo influyente después de tantos años", señala uno de los comisarios de la muestra, Keith F. Davis. "Visualmente hablando, era el mejor jugador de póker: siempre tenía las cartas bien pegadas a su cuerpo. Sus fotos son directas y al mismo tiempo profundamente misteriosas, una combinación perfecta de intuición y cálculo. Su genio es de tal calibre que tenemos la impresión de que tanta originalidad parezca natural".

La otra coordinadora, Jane L. Aspinwall, añade: "O’Sullivan continuó siendo una influencia para generaciones de fotógrafos por su individualismo y la novedad de su punto de vista. Era una persona compleja, un aventurero, un explorador y un innovador".

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