El precio de los libros de texto mantendrá este curso un incremento en línea con el IPC (2,33%), pero la reducción o desaparición de las ayudas de las administraciones educativas para adquirirlos incidirá "de forma importante" en el gasto familiar, según la Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza (ANELE).

Esta asociación indica también que las nuevas políticas de reducción del gasto en el ámbito educativo también afectarán a la facturación de la industria editorial, al tiempo que ha recordado que si bien los libros de texto no se verán afectados por la subida del IVA, a diferencia del material escolar que pasará a tributar al 21%, si se va a dar un incremento de sus costos básicos, "en bastantes casos por encima del IPC que, sin embargo, no repercutirán íntegramente en los precios finales de los libros".

En concreto, ANELE indica en su informe que las administraciones públicas, salvo excepciones, van a reducir su aportación a este capítulo en más de un 75%, es decir, que los más de 200 millones de euros que el año pasado aportaron a las familias para la compra de libros de texto se convierten en unos 50 millones de euros o menos, lo que quiere decir que de financiar cerca del 25% del gasto de las familias en libros educativos se va a pasar a poco más del 5%.

Por niveles educativos, el incremento medio de los precios de los libros de texto en Educación Infantil ha sido del 2,5%; los de Educación Primaria, del 2,3%; los de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del 2,6%. Por último, los libros destinados a otras Enseñanzas Medias han tenido un incremento del 2,3%. Salvo en este nivel, todos han tenido incrementos inferiores a los registrados en el curso pasado.

Los editores recuerdan los datos del 'Estudio de Comercio Interior del Libro 2011', elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España, que evidencia que después de dos años consecutivos en que la facturación de los libros de texto sufrió una caída, en el año 2011 tuvo un "repunte

significativo", si bien sigue un 3,37% por debajo de los niveles de 2008.

Este incremento se debe, según ANELE, a una "situación coyuntural" derivada de la renovación de los libros, especialmente en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), tras cuatro y cinco años de uso. De hecho, en 2011, se ha vendido un millón y medio de ejemplares más de libros de ESO que en el curso anterior. También aumentaron las ventas de materiales en Educación Infantil debido al incremento del número de alumnos.

Por niveles educativos, el gasto medio por alumno en el curso pasado 2011-2012 fue de 111,12 euros, siendo los de Educación Primaria los que más invirtieron (130 euros), seguidos de los de ESO (116,4 euros), Bachillerato (98,8 euros), Educación Infantil (70,8 euros) y Formación Profesional (31,6 euros). La facturación total fue de 868 millones de euros por la venta de 49,4 millones de ejemplares y el precio medio del libro fue de 17,5 euros.

En cuanto al catálogo, este informe de evolución de los Precios de los Libros de texto señala que las editoriales que forman parte de ANELE, el 95% de la oferta editorial especializada, ha editado un total de 42.906 títulos en soporte papel en todas las lenguas oficiales, de los que 14.162 corresponden a libros del alumno, los únicos que son tenidos en cuenta para el cálculo de la evolución de los precios, por ser los que inciden más directamente en el gasto familiar.

Los libros en formato digital se multiplican por 25

La edición digital destinada a la educación ha tenido un notable desarrollo. Según señala este documento, en los últimos dos años se ha pasado de 107 referencias a las 2.694 presentes en su catálogo para el curso 2012-2013. Es decir, en dos años, el número de libros educativos en formato digital se ha multiplicado por veinticinco, y ya representan

aproximadamente el 20% de los manuales del alumno disponibles en papel.

A pesar de este incremento, los editores muestran su desconcierto ante la incertidumbre sobre la continuidad de los programas de incorporación de las nuevas tecnologías a las aulas, afectados por los recortes presupuestarios. En este sentido, alertan de que gran parte de los esfuerzos e inversiones realizados pueden perderse si no se articulan en un plazo razonable programas sostenibles.

Por ello, los editores quieren aprovechar la tramitación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa para reclamar un plan nacional "que coordine los distintos esfuerzos y proyectos existentes, que permita un mejor aprovechamiento de los escasos recursos y consiga superar el divorcio entre las políticas administrativas y la realidad escolar".

De la misma forma que para los libros educativos digitales, los editores esperan que la tramitación de la nueva norma de educación permita la realización de un debate en profundidad que sea capaz de concitar el máximo apoyo de ciudadanos, estamentos educativos y partidos políticos y que dé lugar "al tan deseado pacto educativo que lo convierta en una cuestión central del Estado ajena a los cambios políticos".