Grecia pide "aire para respirar" en una semana clave para su continuidad en el euro

  • Samaras se reúne este miércoles en Atenas con el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
  • El viernes lo hará por primera vez con Angela Merkel y, el sábado en París, con François Hollande.
  • Su Gobierno intenta cuadrar un recorte de 11.500 millones de euros.
  • Afirma que una salida de Grecia del euro sería "una pesadilla".
El líder del partido conservador Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, durante un evento de campaña en Atenas (Grecia).
El líder del partido conservador Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, durante un evento de campaña en Atenas (Grecia).
EFE
El líder del partido conservador Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, durante un evento de campaña en Atenas (Grecia).

"Un poco de aire para respirar". Eso es lo que pedido el primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, a la troika ( Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional). Es decir, que necesita más tiempo, que no dinero, para cumplir con las condiciones exigidas a cambio de los dos rescates que le han brindado hasta ahora.

En unas declaraciones en el diario alemán Bild, el dirigente griego insiste en ser muy "explícito": "No estamos pidiendo dinero adicional. Permanecemos apegados a nuestros compromisos, pero tenemos que poner en marcha el crecimiento económico porque eso reduce las brechas financieras". Más tiempo les permitiría, según sus palabras, "volver a poner la economía en rumbo y aumentar los ingresos del Estado".

"Pronto tendremos un sector público más pequeño, saludable y eficiente", explica Samaras, cuyos próximos recortes supondrán el despido de 40.000 funcionarios, la reducción de los salarios públicos, de las pensiones, de los beneficios sociales y del sistema sanitario.

Sobre una eventuual salida de Grecia del euro, advertía: "Si se deja caer a Grecia ahora, la incertidumbre para otros países y su vulnerabilidad se acrecentarán". "Sería una pesadilla: colapso económico, revueltas sociales y una crisis de la democracia sin precedentes. Significaría al menos otros cinco años de recesión y una tasa de paro superior al 40%".

Semana clave

Samaras hace estas declaraciones en una semana que se considera clave para la continuidad de Grecia en el euro. Su Gobierno intenta cuadrar un recorte de 11.500 millones de euros al tiempo que Samaras se reúne este miércoles en Atenas con el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Posteriormente se reunirá el viernes en Berlín, por primera vez, con la canciller alemana Angela Merkel y, el sábado en París, con el presidente francés François Hollande.

El primer ministro heleno tratará de demostrar la seriedad de su Gobierno en la aplicación de los recortes pactados, aunque su situación no es fácil: desde el exterior recibe la presión de la troika, mientras en Grecia se acrecienta el descontento popular, con un paro en el 23%, y en su Gobierno ya existen claras fisuras por los nuevos recortes.

Sin embargo, los nuevos recortes se tienen como la condición inexcusable para lo que el jefe del Gobierno heleno realmente quiere, que según la prensa es negociar una prórroga de dos años en los objetivos de déficit del endeudado país, o alguna fórmula alternativa que permita suavizar el impacto de los nuevos recortes que se deben aplicar hasta 2014.

Esta prórroga aliviaría el impacto económico y el descontento social del nuevo ajuste, que ya ha llevado a Grecia a una espiral de cinco años de recesión y que este año va a hundir la economía un 7%, cuando las previsiones iniciales del Gobierno eran de una contracción del 4,5%. Los recortes son también imprescindibles para que Atenas obtenga 31.500 millones de euros de la troika, congelados desde hace meses por la falta de avances del Gobierno en anunciar los nuevos ajustes.

De ahí la importancia crucial del viaje del primer ministro griego a Berlín, dado que el Gobierno alemán se ha negado de plano a cualquier cambio de lo ya comprometido con Atenas. Sin embargo, coincidiendo con las declaraciones de Samaras al diario Bild, un miembro del partido alemán Unión Demócrata Cristiana, liderado por Merkel, ha abierto la puerta a la posibilidad de bajar a Grecia las condiciones de su crédito.

Para Norbert Barthle, se podrían hacer "pequeñas concesiones, siempre y cuando se hagan estrictamente en el marco del segundo programa de ayuda”. “Por ejemplo, se podrían reajustar el interés y el vencimiento de los préstamos, como ya ocurrió en el caso del primer paquete de ayudas para Grecia”, añadió.

Obstáculos

No obstante, Samarás cuenta con el hándicap de que como líder opositor rechazó todas las reformas previstas por el primer plan de rescate que desgastó al Gobierno socialdemócrata, lo que provocó la ira de sus socios del Partido Popular Europeo, y especialmente, de Merkel.

Los analistas griegos consideran que Hollande sería más flexible ante los argumentos de Samarás y la explosiva situación social en Grecia. El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, advirtió ya el lunes, en su conferencia de prensa en Berlín con su homólogo griego Dimitris Avramópulos, de que "no pueden darse cambios significativos al plan de rescate". "La clave para el éxito del programa de reformas está en Atenas", destacó el jefe de la diplomacia alemana.

Pero antes de viajar a Berlín y París, Samarás quiere mostrar un boceto avanzado del nuevo plan de recortes a Juncker, que visita este miércoles Atenas.

Principales medidas del nuevo ajuste

Las medidas más espinosas son la reducción de las pensiones de jubilación, la eliminación de las ayudas sociales y el recorte drástico de las que queden, así como la supresión de 150.000 puestos de trabajo público hasta el año 2015. También se prevé el cierre de compañías públicas y la privatización completa de las empresas estatales de electricidad, gas, telecomunicaciones y gestión de agua.

El Gobierno busca fórmulas para que las pensiones de menos de 700 euros mensuales no resulten afectadas por los recortes y para que la reducción de funcionarios se haga limitando el número de despidos. Para evitar esto, Samarás y su equipo económico están elaborando un plan que pondría en la reserva durante tres años a alrededor de 40.000 funcionarios, quienes percibirían el 65 % de su salario base.

El plan ya ha sido rechazado por Fotis Kuvelis, líder del socio gubernamental Izquierda Democrática, quien en declaraciones a los medios ha subrayado que "esta medida ya ha fracasado una vez, así que el Gobierno no debe adoptarla". Desde el inicio de los programas de austeridad en 2009, los funcionarios y los pensionistas han perdido alrededor del 40 % de su poder adquisitivo en tres oleadas de recortes, mientras que en el sector privado las cifras son similares debido al efecto sobre los salarios de la liberalización de los convenios colectivos.

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