La sonrisa de la ‘Mona Lisa’ es por su embarazo

Se ha descubierto con un escáner en 3D y por la gasa que viste y que llevaban en la época las mujeres que esperaban hijos.
La sonrisa más enigmática del arte renacentista tiene una explicación. En el momento en que Leonardo da Vinci pintó La Gioconda, la mujer del cuadro estaba embarazada o acababa de parir a su segundo hijo. A esta conclusión ha llegado una de las instituciones científicas de más peso en Canadá, el Consejo Nacional de Investigación (NRC), que ha analizado la obra con un escáner de tres dimensiones (3D).

Lejos de códigos secretos  o adivinanzas, la explicación de su mueca es más sencilla. La Mona Lisa luce en el cuadro un velo de gasa, fino y transparente, que llevaban las mujeres encinta o que acababan de tener un hijo.

«Se pintó para conmemorar el nacimiento del segundo hijo de la Mona Lisa. Ella era una mujer que acaba de tener un hijo, se gira hacia el espectador y le sonríe ligeramente», justifica Bruno Mottin, conservador del Centro de Investigación y de Restauración de Museos de Francia.

La salud, perfecta

El escáner también ha descubierto que La Gioconda, que tiene más de 500 años, se encuentra en perfecto estado. Y ha desvelado unas grietas en la mitad superior de la pintura, causadas probablemente cuando fue retirada de su marco original, en el siglo XVIII.

Las conclusiones son fruto de dos noches de exámenes de la pintura, del 18 al 20 de octubre de 2004 en París.

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