El portavoz de la plataforma vecinal Cerro del Águila 'Por un barrio más habitable y seguro', José Verdón, ha indicado a Europa Press que el deterioro de este parque lleva "años", asegurando que la riada no se limpia hace cuatro años, mientras que otras zonas llega hasta los doce años. Así, recuerda que el parque, abierto en 1983, cuando era alcalde Luis Uruñuela, no cuenta con sistema automático de riego y lleva al deterioro de la vegetación, algo a lo que suma que la fuente y la ría tienen el sistema parado, lo que conlleva "verdina y agua contaminada, como ocurre también en el estanque.

Explica que antes había vigilancia, pero desde hace cuatro años los perros sueltos ocupan el parque, cuyas avenidas principales y césped se encuentran "inundadas" de excrementos de perros, de los que la mayoría van "sueltos y sin bozal", y advierte de los "parásitos que pueden conllevar enfermedades graves, especialmente con el parque lleno de niños que carecen de cuidado". "Pasan los caballos de la policía por el parque y sus excrementos pueden llegar a permanecer incluso días sin ser retirados", lamenta, tras apuntar a la existencia de "suciedad, excrementos, aguas paradas y ausencia de materiales adecuados para la recogida de residuos".

También, apunta al deterioro y rotura de bancos o demás material e infraestructuras, con elementos como los de gimnasia para los que "nos aseguran que no hay repuestos", además de existir zonas sin accesibilidad y con escaleras y un "sólo" surtidor de agua potable para 32 hectáreas verdes. "No hay una inversión como le corresponde a este espacio, algo que sí se hace en otros, ya que por ejemplo no se echa albero desde hace 12 años por lo que ya se ve la escombrera sobre la que se hizo, con ladrillos salientes y huecos que pueden provocar caídas", matiza, apuntando al parque del Alamillo o el de Los Príncipes.

A toda esta situación, suma los "importantes problemas de vandalismo" al carecer "completamente" de seguridad, algo que ha llevado a destrozos en el parque y que incluso se produzcan "agresiones o amenazas" a las personas que están en él.

"Es necesario que se reactive el parque y se cuide porque está infrautilizado. Podrían desarrollarse acciones culturales o sociales, como reparto de plantas, escuelas de jardinería, monitores de ejercicio, excursiones, cuentacuentos o actividades musicales", acciones que redundarían en la mejora de la convivencia en la zona y la sociabilidad, según resalta Verdón.