Nuwa, la pequeña leopardo de Sri-Lanka cumplió el pasado dos de agosto un año y este viernes a las 10.00 horas lo ha celebrado con una tarta de hielo y carne cruda que se ha encontrado en la pradera de su recinto exterior.

La tarta, que llevaba un gran número uno, estaba compuesta de carne cruda de cerdo y ternera y fue realizada por sus cuidadores en hielo para paliar las altas temperaturas. Apenas duró unos instantes pues la pequeña Nuwa y su madre pronto acabaron con este poco habitual "manjar", han señalado desde el zoológico Bioparc (Fuengirola) a través de un comunicado.

La leopardo Nuwa nació en agosto de 2011 y fue la segunda camada para su madre, 'Toñi', y la primera engendrada por el macho 'Tissa'. Ambos son el fruto del Programa Europeo para las Especies Amenazadas (EPP), que fomenta la reproducción en cautividad para salvaguardar esta especie, similar al del lince ibérico.

De los 70 leopardos Sri-Lanka que viven en cautividad en todo el mundo, en Europa hay 52 que se encuentran adheridos al plan EPP y están repartidos en 20 zoológicos, entre ellos Bioparc Fuengirola y Bioparc Valencia, que trabajan de forma coordinada para la conservación 'ex situ' de esta especie considerada como amenazada.

Este proyecto es uno de los 52 de reproducción de especies amenazadas en los que participa este zoológico, y que incluyen especies animales propias de los bosques tropicales de Madagascar, África Ecuatorial y Sudeste Asiático.

En peligro de extinción

El leopardo de Sri-Lanka —Panthera pardus kotiya)— es una subespecie de leopardo en peligro de extinción, que habita en la isla de Ceylán, en el Golfo de Bengala. Es una especie complicada de reproducir, como se ejemplifica con este cachorro que ha sido el único que ha nacido en los últimos 12 meses en cautividad.

Los últimos datos de la población silvestre de Leopardos en Sri-Lanka son de 2008 y han sido recogidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que ha estimado que tan sólo quedan entre 700 y 950 leopardos en Sri-Lanka. Número "alarmantemente" bajo y que confirma la tendencia al declive de todas las poblaciones de grandes depredadores.

El aumento de la población humana conlleva la destrucción del bosque, hábitat indispensable para el leopardo y sus presas. Del mismo modo, el uso de veneno en la agricultura y la caza furtiva por su piel continúan siendo una seria amenaza para su supervivencia.

Bioparc Fuengirola ha decidido apostar por esta raza de leopardo, que mantiene y reproduce desde hace diez años. Además, participa activamente en el programa EPP ya que el veterinario de Bioparc Jesús Recuero, forma parte del comité de expertos que dirige este programa con el fin de preservar de la extinción a este felino.