El secretario general de USO en Asturias, Francisco Baragaño, ha conminado este jueves en Gijón a la patronal asturiana a que dé el paso al frente en la salida de la crisis que no ha dado y le ha recordado que cobra un 50 por ciento de las subvenciones para la formación. Baragaño ha indicado que USO tiene "claro" la gestión que hizo de los fondos mineros para la formación, y ha rechazado que se les incluya en las sospechas de irregularidad de la concesión de las subvenciones si no hay claridad sobre el tema.

Así lo ha hecho en rueda de prensa en el recinto ferial 'Luis Adaro', en el marco de la 56 Feria Internacional de Muestras de Asturias, en la que ha invitado al Tribunal de Cuentas a exigir la devolución de las cantidades cobradas indebidamente, si las hay, aunque ha dejado claro que no tiene conocimiento de que hayan hecho uso de ese dinero CCOO y UGT para financiarse.

"El que la hace, la paga", ha dicho, antes de concretar que no tiene conocimiento En este punto, ha destacado que USO solo dio un curso con fondos mineros en 2010 y tuvo que devolver el 50 por ciento, 20.000 euros, porque las empresas con las que se firmó el compromiso de contratación del curso no cogieron finalmente a los trabajadores.

"Ese es el caballo de batalla con los empresarios", ha asegurado, antes de reiterar que el 50 por ciento de los fondos para cursos se lo llevan estos para formar "no se sabe a quién". También ha puesto en duda que el dinero de los fondos mineros haya servido para comprar votos, aunque ha visto lógico que un alcalde que hiciera obras con ellos en su localidad obtenga un mayor respaldo electoral.

Baragaño ha criticado duramente la última propuesta del presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, de que los perceptores del 'Plan Prepara' limpiaran en contrapartida montes y cunetas para evitar incendios. Ha ironizado con que lo que no dijo Vigón es si debían hacerlo solos o con el con el conjunto de la familia que es beneficiaria también de esos 400 euros.

Tarifa eléctrica

Sobre la tarifa eléctrica industrial, ha indicado que sabe que el Gobierno regional está presionando al central para lograr su bajada. Dicho esto, ha apostado por que haga una mayor presión y por que cuente para ello con el tejido social. "Yo sé que el Gobierno regional está presionando, el problema es que el Gobierno central lo entienda", ha insistido, antes de tildar la situación de "sangrante". "Las amenazas de las empresas no van en broma, van en serio", ha advertido, además de incidir en que es "un caballo de batalla a ganar".

Ha recalcado, en este sentido, que el 80 por ciento de los tráficos del puerto de El Musel dependen de estas grandes industrias que amenazan con la deslocalización si no les bajan la tarifa eléctrica, como pueda ser Arcelor. Se ha preguntado, asimismo, para qué se quiere un superpuerto si se van.

Por esto motivo, ha augurado que los trabajadores de Arcelor van a tener que empezar a movilizarse porque la empresa pretende, según él, que las pérdidas sean asumidas por los trabajadores con recorte de empleo y bajada de salarios, incluso hasta dejarla en una plantilla de 5.000. Ha adelantado que los sindicatos son muy negociadores pero si se ponen contra la pared, no se sabe qué va a pasar.

Ha rechazado, también, que se quiera traspasar las pérdidas de las empresas eléctricas a los consumidores, aunque ha reconocido que es algo previsible y que ya se está dando. Ha destacado que estas empresas ganan cuantiosos beneficios y tienen directivos con grandes salarios.