La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm) ha pedido que se persiga a los empresarios del ocio nocturno que perjudiquen el sector y la Costa Brava vendiendo una imagen distorsionada que no se ajusta a la realidad, como ha pasado con el 'reality' alemán 'We love Lloret', en el que se presentaba a la población como el paraíso del alcohol y el sexo.

En rueda de prensa en Girona, el secretario general de la Fecasarm, Joaquim Boadas, ha reclamado a las administraciones que hagan "todo lo posible" para evitar que empresarios como el que facilitó y colaboró en la realización del programa, Francis Hage, conocido como Don Francis, puedan continuar perjudicando la imagen del resto de sector y de los usuarios.

Boadas ha afirmado que si en la federación tuvieran algún empresario que actuara de esta manera lo expulsarían, porque perjudica a todas las partes y no puede permitirse este tipo de actuaciones, ya que choca totalmente con el trabajo que se está haciendo desde la entidad.

Asimismo, ha mostrado su apoyo al consistorio de Lloret de Mar, considerando persona 'non grata' al empresario Don Francis y alertando del caso a las administraciones catalanes y también en la televisión privada alemana que lo emitió.

"Se ha vendido una imagen que no se corresponde con la realidad, totalmente distorsionada y ante ello tenemos que defender la convivencia", ha expuesto Boadas durante la presentación de la campaña 'Máxima diversión, mínima molestia' que se desarrollará esta semana en los municipios de Lloret de Mar, Platja d'Aro, Blanes y Salou para fomentar el buen comportamiento de la gente que sale de fiesta.

Para ello, desde la Fecasarm ha pedido colaboración a las administraciones, ya que los empresarios no pueden luchar contra la gente que grita por la calle, que hace botellón o la presencia de lateros porque no tienen competencia en la vía pública.

Campañas de concienciación

Para contrarrestar la imagen distorsionada que se ha ofrecido de la Costa Brava, desde la Fecasarm se aconseja complementar las políticas coercitivas de las administraciones locales —como pueden ser las ordenanzas de civismo— con campañas de concienciación.

Para ello, esta noche y el próximo fin de semana se repartirán carteles y pulseras a los usuarios de los locales para fomentar la máxima diversión con la mínima molestia para los vecinos; una campaña que llegará a unos 50.000 usuarios de manera directa e indirecta.