Un grupo de cerca de 40 personas afectadas por las participaciones preferentes han protestado este lunes frente a la oficina de Caja Cantabria en Solares (Medio Cudeyo), porque están "hartos" de la situación en que se encuentran, con sus "ahorros bloqueados", y para exigir una solución "satisfactoria y rápida" para los clientes.

Los manifestantes, que portaban camisetas y pancartas, se han concentrado ante la sucursal, en la plaza Francisco Perojo de la localidad, desde las 9.45 horas y hasta las 11 horas, tiempo durante el que han hecho sonar tambores y bocinas, para criticar lo que denominan "el corralito español" y reclamar sus "ahorros".

Mientras tanto, dos agentes de seguridad han custodiado la oficina de la Caja de Solares, y solo han dejado acceder a su interior a determinados clientes. Ante esto, afectados por las preferentes han requerido la presencia de agentes de la Policía Local y Guardia Civil, y han dado parte de esta situación, además de presentar las oportunas quejas y rellenar las correspondientes hojas de reclamaciones de consumidores.

Se trata de una situación que los clientes "estafados" por las preferentes tachan de "esperpéntica". "No nos dejan ni siquiera entrar en nuestra oficina. Tenemos dinero ahí dentro. Somos clientes, no ladrones", se han quejado.

"Son unos prepotentes, nos tratan como basura, pero somos personas que estamos sufriendo", ha manifestado a Europa Press una de las afectadas por las preferentes, un producto de inversión muy complejo y de alto riesgo que se comercializó como si fuera un plazo fijo seguro.

"Estamos muy hartos, al límite. La situación está empeorando. Un día vamos a hacer una locura", ha avisado otra mujer afectada. "No como ni duermo, y he adelgazado ya varios kilos", ha añadido, para preguntarse "¿qué quieren?", "¿qué esperan?".

De momento, y como ha reiterado Fernando San Juan, portavoz de la plataforma de afectados por las preferentes, la protesta de este lunes —que se suma a la del jueves pasado en Torrelavega, donde dos oficinas de Caja Cantabria cerraron varias horas— "no va a ser la última, ni muchísimo menos".

Y es que el objetivo de éste y otros actos es "machacar, machacar y machacar" hasta que Caja Cantabria les de una solución y que ésta sea "rápida y satisfactoria" para los clientes.