Las familias catalanas podrán acceder a datos de otras para detectar fraudes en matrículas

  • Las familias podrán solicitarlo al colegio y acceder al nombre y al domicilio de los alumnos que deseen.
  • En el caso de que exista fraude el alumno perdería la plaza, aunque si ocurre a mitad de curso se le permitirá terminar hasta el año siguiente.
  • En todo momento las familias sabrán si alguien ha accedido a sus datos.
Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase.
Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase.
GTRES
Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase.

Las familias catalanas que lo soliciten tendrán acceso a los datos de otras familias que participen en el mismo proceso de matrícula escolar para detectar casos de fraude en este proceso.

La directora general de Atención de la Familia y a la Comunidad Educativa de la Generalitat, Meritxell Ruiz, ha señalado en una entrevista que las familias que deseen verificar los datos de otras solamente deberán solicitarlo en el colegio.

"Deberán firmar un papel conforme quieren ver los datos, porque las otras familias también tienen que saber que se ha accedido a sus datos", ha explicado Ruiz. Se mostrará el nombre, el apellido y la dirección de una o de todas las familias que se hayan preinscrito y matriculado en un mismo curso.

Según Ruiz, se trata de los datos "no íntimos". En ningún caso se dará acceso a información como la renta familiar ni las discapacidades.

Un derecho recogido en la legislación

Esta nueva normativa es el resultado de la conjunción de la Ley de Protección de Datos y el Régimen Jurídico y de Procedimiento de las Administraciones Públicas, que da derecho a acceder a la información de cualquier proceso en el que se concurre.

"Lo hemos aclarado para poder poner los derechos de cada uno y cómo puede realizarse esta consulta. A partir de aquí entendemos que lo puede hacer todo el mundo", ha explicado Ruiz.

Ruiz ha aclarado que si hay sospecha de que existe un fraude hay que ponerlo en conocimiento de la Administración, que se encargará de reclamar al Ayuntamiento que verifique que la persona vive en el domicilio declarado.

"Si no viviera en ese domicilio, ese alumno perdería la plaza, pero si el curso hubiera comenzado, se le dejaría terminar hasta el año siguiente, cuando tendría que volver a participar en el proceso de preinscripción", ha explicado.

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