El Juzgado de Instrucción número 1 de Fuengirola (Málaga) ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el ciudadano marroquí detenido por su presunta implicación en la muerte, tras una pelea, de un hombre finlandés de 54 años en el municipio malagueño de Mijas.

En cuanto al otro ciudadano finlandés arrestado en este caso, de cuya investigación se hizo cargo la Guardia Civil, el juez ha ordenado su puesta en libertad sin cargos, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

Los dos hombres detenidos por este suceso pasaron en la mañana de este viernes a disposición judicial y, tras prestar declaración, el juez ha imputado inicialmente al camarero de origen magrebí, de 33 años, un delito de homicidio.

Según el testimonio de éste último, habría llevado en su coche a los dos finlandeses, clientes del local de Puerto Banús, en Marbella, en el que trabajaba como camarero, hasta su urbanización, en el núcleo mijeño de Calahonda, ya que ambos se encontraban bajo los efectos del alcohol.

Al parecer, y siempre según la versión de este individuo, al llegar a la urbanización de Calahonda los dos ciudadanos finlandeses habrían comenzado a darle golpes, por lo que para defenderse sacó un sacacorchos que llevaba encima.

Llamada al 112

Todo comenzó sobre las 05.00 horas del pasado miércoles cuando el sistema Emergencias 112 Andalucía recibió la llamada de un hombre que pedía ayuda, ya que, según decía, le perseguían para matarlo.

De hecho, al llegar la Policía Local de Mijas al lugar, encontraron al camarero llamando a varios timbres y porteros electrónicos de la urbanización para solicitar ayuda y refugio.

Tras intervenirle el sacacorchos, los agentes locales se desplazaron hasta el lugar donde aparentemente se produjo la pelea, encontrando a un hombre tumbado en el suelo y a otro que intentaba reanimarlo.

Pese a que los policías locales dieron aviso al Servicio de Emergencias Sanitarias 061, a su llegada sólo se pudo certificar la muerte de Markku J.S., que, según la autopsia, falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico.

Su acompañante, un finlandés de 32 años y que ha quedado en libertad sin cargos, presentaba evidentes síntomas de embriaguez; de hecho, según indicaron fuentes municipales, apenas podía articular palabra.