Agentes de la Policía Nacional de Alicante han desmantelado en la ciudad un centro de almacenamiento y distribución de prendas de vestir de marcas de prestigio falsificadas, en el que han intervenido cerca de 2.000 productos, y han detenido a un hombre de 42 años relacionado con esta actividad ilícita, según ha informado en un comunicado la Comisaría Provincial.

Las falsificaciones incautadas, que podrían provocar un perjuicio económico de 90.000 euros, eran enviadas por una empresa de transportes desde Portugal, se almacenaban en un domicilio del barrio alicantino de Colonia Requena, y posteriormente eran distribuidas mediante venta ambulante ilegal, en el 'top-manta, en la provincia de Alicante.

Los agentes han intervenido unas 2.000 prendas de vestir y complementos que imitaban marcas como La Martina, Ralph Lauren, Lacoste, Tommy Hilfiger, Chanel, Calvin Klein, Adidas, Guess, o Louis Vuitton, entre otras, al tiempo que han arrestado al presunto receptor de los paquetes que semanalmente llegaban a la capital alicantina desde Portugal, un ciudadano de 42 años de nacionalidad nigeriana.

La investigación se inició hace varias semanas, cuando la Comisaría tuvo conocimiento de la recepción periódica en una empresa de transportes de paquetes postales de grandes dimensiones, sospechosos de contener productos falsificados.

Entrega controlada

Estos envíos, procedentes de Portugal, solían llegar semanalmente, y tenían a la misma persona como destinataria, por lo que los investigadores establecieron un dispositivo policial por el que hicieron una entrega controlada de dos paquetes y arrestaron al receptor.

Posteriormente, procedieron a la apertura judicial de los bultos intervenidos y localizaron en su interior 450 prendas de ropa interior que imitaban una reconocida marca de prestigio.

Igualmente, los agentes llevaron a cabo un registro domiciliario en una vivienda del barrio de Colonia Requena, en la capital alicantina, en el que incautaron más de 1.500 artículos de prendas de vestir y complementos falsificados, que imitaban marcas de prestigio, y que podrían suponer un perjuicio económico aproximado de unos 90.000 euros.