Sanitat pagará 39.000? por la demora en el diagnóstico de un tumor de riñón a una mujer que falleció

La sección segunda de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha condenado a la Conselleria de Sanitat a pagar 39.315 euros por la demora en el diagnóstico de un tumor de riñón a una paciente que finalmente falleció.

La sección segunda de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha condenado a la Conselleria de Sanitat a pagar 39.315 euros por la demora en el diagnóstico de un tumor de riñón a una paciente que finalmente falleció.

De esta manera, el tribunal ha estimado el recurso interpuesto por el marido e hija de la fallecida, contra un certificado dictado por el conseller de Sanitat, según consta en una sentencia contra la que cabe interponer recurso. Así, fija una indemnización de 39.315 euros por los daños y perjuicios causados como consecuencia del mal funcionamiento de la administración sanitaria.

Según el relato de hechos, la paciente, una mujer de 72 años, acudió el 29 de julio de 2005 al centro de salud de Dénia (Alicante), donde se le diagnosticó infección del tracto urinario y hematuria —sangre en la orina—. Allí no se le practicó ninguna otra exploración.

Transcurridos unos meses, en noviembre, la mujer se presentó en el Hospital de la Marina Alta de Dénia, donde se le diagnosticó nuevamente hematuria, se le administró un tratamiento y se le remitió al servicio de Urología con carácter preferente.

Al mes siguiente, acudió de nuevo a Urgencias, donde se le practicó una radiografía simple de abdomen. Seguidamente fue atendida por su médico de atención primaria a finales de mes y a primeros de enero de 2006 por diferentes cuadros de sangre en la orina.

A los días regresó a Urgencias y se hizo constar que estaba pendiente de una valoración por el servicio de Urología. Mientras tanto, la mujer acudió a un urólogo privado, quien tras practicarle un TAC abdominal le diagnosticó una tumoración del riñón izquierdo.

En mayo de 2006 acudió al urólogo de la sanidad pública, ingresó en el hospital durante unos 15 días con dolor abdominal, y allí se emitió un informe en el que se relataba que la paciente padecía de metástasis pulmonares múltiples. Fue remitida para valoración oncológica pero finalmente falleció.

Ante ello, la familia de la víctima alegó mala praxis médica por la demora en el diagnóstico de la patología padecida, ya que recordaba que a la paciente se le diagnosticó por primera vez hematuria en julio de 2005, pero no se le hizo una ecografía hasta enero del año siguiente. Es decir, transcurrieron hasta seis meses. Estos datos fueron corroborados por informes médicos, que han sido validados por el tribunal.

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