Un estudio de la asociación Vega Baja Acoge ha demostrado que la población extranjera en la localidad alicantina de Orihuela se ha incrementado en medio punto porcentual durante 2011 con respecto al año anterior, por lo que de los 91.716 habitantes del municipio, un total de 37.300 son ciudadanos foráneos, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de la población.

El informe, desarrollado mediante la colaboración entre el consistorio y Vega Baja Acoge, ha sido presentado este martes por el concejal de Inmigración oriolano, Emilio Zaplana, quien ha asegurado que Orihuela "es uno de los pocos municipios de la Comunitat Valenciana en el que ha aumentado la población extranjera".

Así, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 91.716 habitantes de la localidad, 37.300 son de procedencia foránea, lo que representa un incremento de medio punto entre 2011 y 2010.

De este modo, y atendiendo a la nacionalidad de este colectivo, 19.000 de estas personas proceden de Reino Unido, 3.000 son llegados de Alemania, 2.000 pertenecen a Bulgaria, 1.500 a Irlanda, y otros tantos son naturales de Marruecos. Tras estos países, se sitúan los ciudadanos de Rumanía, Ecuador y Noruega, cuyas proporciones son menores.

Por su parte, la oficina Amics de Orihuela ha atendido durante el pasado año a 1.400 extranjeros tanto en la ciudad, como en las pedanías y la zona de la costa, de los cuales 400 eran de Bolivia, 200 de Marruecos y 182 de Argelia, si bien se prestó ayuda, además, a ciudadanos de Ecuador, Mali y Ucrania.

En total, este colectivo realizó 3.200 atenciones, de las cuales 618 estaban relacionadas con el arraigo social, 564 con la regularización de la situación administrativa, 300 con la reagrupación familiar, 178 con información sobre trámites administrativos, 83 con salud y 82 con empleo.

CRISIS

El presidente de Vega Baja Acoge, Antonio Alfonso, ha señalado que su asociación ha atendido a 956 personas que han realizado su primera consulta en 2011, y ha afirmado que la crisis "está haciendo que los inmigrantes sean las personas más castigadas, porque fueron los últimos en llegar a sus empresas y son los primeros que son despedidos".

Alfonso ha apuntado que el 80 por ciento de los atendidos por su colectivo dispone de Documento Nacional de Identidad (DNI), "lo que quiere decir que llevan más de diez años viviendo en España". "Se trata de gente que viene de otras provincias, no llegan por primera vez a nuestro país", ha agregado.

"La crisis impide que puedan pagar la luz, que recurran a familiares para poder comer y esto les produce ansiedad", ha añadido, al tiempo que ha afirmado que "muchos inmigrantes piensan en volver a sus países".

Según ha explicado Alfonso, en gran parte de los casos, el primero que volver es el hombre de la familia, ya que las mujeres tienen más posibilidad de encontrar trabajo y así se quedan con los hijos.

Igualmente, ha manifestado que los más afectados son los menores", "ya que muchos nacieron en España y otros llegaron siendo pequeños, por lo que ya pasaron el desarraigo inicial", ha añadido al respecto. "Si vuelven, sufren porque se sienten españoles, no conocen su país y tienen la sensación de que, al volver, los estudios que cursarán son de menor calidad", ha subrayado.