El milagro del Valle del Boí: por el mejor románico de Cataluña

  • En este valle leridano están las mejores muestras del románico de Cataluña.
  • Se trata de reductos de arquitectura a base de pizarra, piedra y madera.
  • El Pantocrator de San Clemente de Taüll es símbolo de nuestro románico.
Una vista general de San Clemente de Taüll en el Valle del Boí.
Una vista general de San Clemente de Taüll en el Valle del Boí.
FLICKR/Alejandro Blanco
Una vista general de San Clemente de Taüll en el Valle del Boí.

El Valle del Boí es un paraje de gran belleza natural que alberga las poblaciones de Barruera, Boí, Cardet, Coll, Durro, Erill la Vall, Saraís y Taüll. Municipios alumbrados por sus ancianos templos, reductos de arquitectura medieval a base de pizarra, piedra y madera. Su factura homogénea y su gran valor artístico los engloba dentro de una turística Ruta del Románico del Valle del Boí.

Algunas de sus características comunes son la utilización de cubierta de madera y la separación de las naves a través de columnas simples, así como la existencia de pórtico. Vistas desde el exterior, destacan dos elementos; por una parte, las cabeceras de gran tamaño y los altos campanarios de fachada decorada.

San Clemente de Taüll

Este templo fue erigido entre los siglos XI y XII, y se consagró en el 1123. Se trata de una iglesia con planta basilical y tres naves separadas por columnas cilíndricas, rematadas por tres ábsides con arquería. El techo de doble vertiente está construido en madera.

Destaca por su campanario de torre cuadrada, decoración lombarda y seis pisos. Se encuentra adosado a la iglesia, pero no forma parte de ella. Las pinturas murales que la iglesia albergaba fueron trasladados al Museo Nacional de Arte de Cataluña pero no hay que dejar de admirar las escenas de sus reproducciones, en especial el Pantocrator.

Santa María de Taüll

Consagrada en el mismo año, también se parece en planta y estructura a la de San Clemente. Se construyó con tres naves separadas por columnas pero tras la reforma quedó en una sola nave. Su campanario se encuentra en el centro de la nave, lo que supone una importante diferencia. La torre tiene cinco pisos, arcos ciegos y decoración lombarda. En su interior se encontraron también numerosos frescos con escenas apocalípticas.

Sant Joan de Boí

Del siglo XII es este templo también de tres naves terminadas en ábsides de medio círculo, salvo el central que fue modificado. Su techo era originalmente de madera aunque fue cubierto de piedra posteriormente. Adosado a la nave lateral por la fachada sur se encuentra el campanario de planta cuadrada, modificado en su último tramo. Entre las copias de sus pinturas murales destacan el Bestiario o la Lapidación de San Esteban.

Santa Eulàlia d'Errill-la-Vall

Declarada monumento histórico artístico en 1962, esta iglesia tiene una sola nave con ábside semicircular y la cabecera tiene tres ábsides en forma de trébol. El porche lateral tiene arcos de medio punto que descansan sobre pilares cilíndricos.

El campanario, adosado en un lateral, es de seis pisos, con una altura total de 23 metros. Está decorado con ventanas geminadas que enmarcan arcos ciegos. En su sacristía se ubicó un grupo escultórico conocido como El descendimiento que se ha separado en el Museo de Cataluña y el Museo Episcopal de Vic. Aún así se puede admirar una copia formada por siete tallas de madera.

Sant Feliu de Barruera

Esta iglesia de historia oculta aparece documentada por primera vez a finales del siglo XIII. Es un edificio de nave única terminada en dos ábsides semicirculares con bóveda de cañón. La decoración exterior consta de arcos y bandas lombardas. La torre, junto al muro sur, consta de dos primeros pisos en estilo románico y otros dos reformados en el siglo XVI. La iglesia en sí está muy retocada con detalles góticos apreciables en el porche, las capillas o la portada. Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1991.

La Nativitat de Durro

Situada a una altura de 1.386 metros, el primer testimonio de su existencia está en el siglo XI. Nuevamente es de nave única y cabecera de un solo ábside que en su origen fueron tres. Ante la portada se encuentra un porche con columnas y capiteles. El campanario es de planta cuadrada y está adyacente al muro norte, decorado con bandas y dientes de sierra. En su interior posee retablos barrocos.

Santa Maria de Cardet

Este pequeño templo se encuentra cubierto con cuatro tramos de bóveda de arista. La cabecera termina en ábside semicilíndrico en cuyo subterráneo hay una cripta. Su peculiaridad viene por la ubicación en terreno inclinado, lo que sitúa al ábside de dos plantas a un nivel superior que la nave central. Hace gala de la decoración lombarda habitual. Desde el exterior destaca el muro frontal en el que se ubica el campanario.

Santa Maria de Cóll

También se la conoce como la iglesia de la Asunción, se cree que se construyó durante el segundo tercio del siglo XIII. Consta de una nave con planta de cruz latina, cubierta con bóveda de cañón y reforzada por dos arcos torales. La entrada al edificio está flanqueada por doble juego de columnas, capiteles esculpidos, arquivoltas con ajedrezado y un crismón de elaborada talla. El campanario está terminado en estilo gótico y consta de dos pisos, el primero con ventanas apuntadas y el segundo, que aloja las campanas.

Ermita de Sant Quirc

Se trata de una pequeña ermita de sencilla construcción, nave única y ábside semicircular. La nave está cubierta con bóveda de cañón y termina en un presbiterio, ligeramente más elevado que el resto. Construida a base de grandes sillares de piedra, su interior está escasamente iluminado y su puerta de entrada es de arco de medio punto con dovelas. Dentro puede verse una copia del frontal del altar románico de los santos Quirce y Julieta de Durro.

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