Así lo revela la última edición del Anuario Económico de España que elabora La Caixa y que también evidencia que los vascos son los que más renuncian a los aparatos con cables. Les siguen asturianos y cántabros.

Un 9% más de media

Por detrás de los gallegos están los valencianos. Sin embargo, el resto de los españoles siguen comprando teléfonos fijos. De hecho, en Ceuta y Melilla hay un 32% más que hace cinco años y en Canarias, un 24,8%. La media nacional está en un 9%.

En el caso gallego, las bajas de teléfonos fijos van parejas al aumento espectacular de terminales móviles y a su uso exclusivo. De hecho, en 2004 sólo había 64.371 viviendas en las que el único medio de comunicación telefónica era el móvil. Un año después, ya eran 91.546, un 42,2% más, según la última Encuesta de Tecnologías de la Información en los Hogares que elaboró el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con todo, este tipo de hogares sin cables siguen siendo minoría, ya que sólo representan el 9,76% de los hogares de Galicia. En más de la mitad de las viviendas –en casi 600.000– el uso del móvil se compagina con el servicio de telefonía fija.

Incluso hay muchas más viviendas sólo con fijo que únicamente con móvil: 226.024, es decir, uno de cada cuatro hogares. Aunque por variedad que no sea, ya que actualmente hay más de 23.000 viviendas gallegas en las que, sencillamente, el teléfono (móvil o fijo) brilla por su ausencia.

A la cola en el acceso a Internet

Desde Telefónica cuestionan el número de bajas de teléfonos fijos del estudio de La Caixa y advierten de que la expansión del móvil no explica que se sustituya un tipo de aparato por otro, ya que los cables siguen siendo necesarios para acceder a Internet. Pero esta regla de tres no es tan aplicable en Galicia como en el resto de España. Aquí se conecta a la Red uno de cada cinco hogares. Sólo son menos en Extremadura.