El Camino del Cid: de Burgos a Valencia en autocaravana

Mito, leyenda y personaje histórico, pocas figuras de nuestro pasado tienen la relevancia del Cid. Seguir su epopeya también puede servir para recorrer y conocer una parte importante de la geografía española. Es la que va desde el pequeño pueblo donde nació, Vivar, a la ciudad por la que tanto luchó, Valencia.

No hay mejor inicio para la Ruta del Destierro, la primera etapa del Camino del Cid, que Vivar del Cid. En esta aldea, a diez kilómetros de Burgos, nació Rodrigo Díaz, en una fecha que se sitúa entre 1045 y 1049. La primera parada importante es Burgos, donde lo mejor es dejar la caravana en un parking y cruzar a pie el río Arlanzón por el Puente de San Pablo. Desde el otro lado, la estatua del Cid preside el Casco Viejo de Burgos, donde destaca la figura de la Catedral de Santa María, joya del gótico español.

Entre los lugares de interés de la ruta destaca el célebre monasterio Santo Domingo de Silos. La sucesión de pueblos bellos y tranquilos es constante: San Esteban de Gormaz, el Burgo de Osma (con área para caravanas), Berlanga de Duero, etc. Al final de la etapa se llega a Atienza, ya en la provincia de Guadalajara, de la que, según el Cantar, el Cid dijo que era "peña muy fuerte".

Desde Atienza parte la segunda etapa del Camino del Cid Campeador, Tierras de Frontera. Es un viaje hacia los territorios de la Corona de Aragón en los que el Cid luchó después de caer en desgracia en Castilla, en muchas ocasiones al servicio de reyes musulmanes. Se pasa por Sigüenza, en cuya catedral de encuentra la estatua fúnebre del Doncel, Medinaceli y Alhama de Aragón, famosa por sus aguas termales, que ya fueron explotadas por los romanos. El final de la etapa es Ateca, en la comarca de Calatayud.

Es momento de adentrarse en Las Tres Taifas, los reinos musulmanes independientes de Zaragoza, Albarracín y Valencia, enemigos entre sí. Se visitan pueblos de gran interés histórico y cultural, como Calatayud, Monreal del Campo, Molina de Aragón y Albarracín, todos ellos escenarios de las gestas del Cid, y se llega a Cella. En esta localidad, citada en varias ocasiones en el Cantar, fue donde el caudillo castellano se preparó para su gran objetivo: Valencia.

La Conquista de Valencia es la cuarta etapa del Camino del Cid. Después de pasar por algunos tramos de montaña en la provincia de Teruel, se inicia el suave descenso hacia la costa. La histórica ciudad de Sagunto  y El Puig suponen la primera toma de contacto con el Mediterráneo.

A partir de aquí, el camino se hace más llano y plácido, para llegar finalmente a Valencia, donde El Cid murió en 1099, después de varios años de campañas militares por tierras levantinas. El contraste entre la capital del Turia y las tierras castellanas y aragonesas resulta llamativo. Aquí todo es luz, color, animación; atrás han quedado alrededor de 1.200 kilómetros siguiendo la estela de uno de los grandes personajes de la historia de España.

La diversidad de pueblos, sierras y comarcas de esta ruta hace que la aventura gastronómica sea igual de intensa: morcillas y queso fresco de Burgos, sopa castellana, asado de cabrito, garbanzos de Calatayud, las paellas y arroces negros de Valencia. La oferta es amplísima: Mesón del Cid, al lado de la Catedral de Burgos (tel.: 947 208 715); Asador La Brasa, en Calatayud (tel.: 976 882 470); Alba del Sur, en Albarracín (tel.: 978 710 343); Ca Sento (Galardonado con 2 Soles de Repsol), en Valencia (tel.: 963 301 775).