Érase un hombre a una cámara pegado... Como el verso de la nariz de Quevedo, Gabriel Sánchez (Murcia, 1935) Gasán es un trianero adoptivo que no se ha separado de su cámara desde que llegó a Sevilla y empezó a hacer fotos, con 22 años. Los vecinos que le conocen, que son la mayoría, dicen que es una institución y que siempre está en todas partes con la cámara. «Yo no seré omnipotente, pero sí omnipresente», bromea. Gasán es uno de los pocos que saben dónde duerme olvidado un vagón del antiguo tranvía. Esas fotos son de las más preciadas en su enorme archivo: «Si te hablo de unos diez millones de fotos, no te miento». Su cruzada particular es que el Ayuntamiento reponga en la plaza de San Martín de Porres una máquina como símbolo de la antigua estación de tranvías que hubo en el barrio. «He recogido 5.000 firmas pero aún no he tenido respuesta». Tras 50 años de profesión, se ha jubilado, pero aún sale con su cámara al cuello: «Hasta que tenga agilidad no pienso dejarlo. La foto ha sido toda mi vida». Ahora los vecinos han pedido que se le dedique una calle en Triana.