El Gobierno espera que la Reunión de Alto Nivel con Marruecos sirva para solucionar las colas en la frontera de Melilla

Pueden alcanzar las cinco horas entre las esperas en los vehículos y la tramitación de los requisitos documentales
Matuteros en la frontera de Melilla con Marruecos
Matuteros en la frontera de Melilla con Marruecos
EUROPA PRESS
Matuteros en la frontera de Melilla con Marruecos

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha expresado su confianza en los resultados de la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos para agilizar el tránsito fronterizo, dejando atrás las colas interminables se están produciendo, y compatibilizar al mismo tiempo la seguridad.

En declaraciones a los periodistas, El Barkani ha respondido así a las quejas de ciudadanos por las colas, que pueden alcanzar las cinco horas entre las esperas en los vehículos y la tramitación de los requisitos documentales, y por otro las denuncias de los sindicatos policiales, que se quejan de las agresiones a los agentes de seguridad.

El representante gubernativo ha recordado el compromiso adquirido por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su visita de principios de julio, de llevar el problema de la frontera a la RAN que celebrarán en Rabat el próximo mes de noviembre.

Abdelmalik El Barkani ha pedido paciencia después de subrayar que, nada más tomar posesión de su cargo el 2 de enero se marcó como dos de sus principales objetivos solucionar los problemas de la inmigración ilegal y la frontera, y ha señalado que "esto necesita tiempo".

Asimismo, ha pedido que no se responsabilice a Marruecos de las agresiones a las policías, como la última sufrida el pasado día 27 de julio en el puesto aduanero de Beni-Enzar, donde un agente resultó herido tras sufrir el impacto de una piedra que, según los sindicatos policiales, "pesaba tres kilos".

El delegado del Gobierno ha subrayado que "las agresiones no las produce Marruecos sino unos delincuentes que están al otro lado de la frontera" en referencia a un minúsculo grupo de activistas que ha protagonizado en los últimos años altercados en la llamada "tierra de nadie" que, sin embargo, está controlada de facto por las fuerzas de seguridad marroquíes.

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