El Patronato de Altamira se reunirá este viernes, día 3 de agosto, según ha anunciado hoy en Santander el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Jesús Prieto, antes de intervenir en el curso sobre Altamira organizado por la Universidad de Cantabria, que se ha celebrado en el Parlamento regional.

Por el momento se desconoce el lugar y la hora —previsiblemente será por la tarde—, y tampoco ha trascendido el orden del día de la reunión, que será la primera de la legislatura, y se esperaba desde hacía meses. De hecho, el pasado abril, el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, confió en que tuviera lugar antes del verano con el objetivo de "restablecer el trabajo y el funcionamiento normal" de este órgano.

La última reunión del Patronato de Altamira se celebró el 16 de diciembre de 2010, siendo ministra de Cultura Ángeles González-Sinde y presidente de Cantabria el regionalista Miguel Angel Revilla. En ella se acordó encargar a un grupo interdisciplinar e internacional la elaboración de estudios sobre los que apoyarse para la reapertura de la cueva, cerrada desde 2002 ante el riesgo sobre su conservación.

El director general de Bellas Artes, que ha sustituido al secretario de Estado de Cultura, ha afirmado minutos antes de su intervención en el curso, a preguntas de los medios de comunicación, que centrar el debate en si la cueva debe permanecer cerrada o ha de reabrirse al público es "empobrecer mucho la proyección de lo que significa" Altamira y sus pinturas, que tienen un "valor excepcional" y "siguen siendo contemporáneas y actuales" pese a tener "treinta y tantos mil años de vida".

Para Prieto, que la cueva esté abierta o cerrada es "una cuestión muy puntual, no voy a decir que menor pero no es la cuestión más importante", dijo. En su opinión, el debate se debe centrar en "cómo ponemos en valor hoy Altamira a través de todos los medios y posibilidades".

"Una por supuesto puede ser la contemplación directa", pero ahí tendrán que ser los estudios técnicos y científicos los que determinen "hasta qué medida es posible", señaló el director general de Bellas Artes, quien reivindicó que además de la contemplación directa "hay otras muchas" formas, y defendió que las nuevas tecnologías abren todo un abanico de posibilidades para "poder disfrutar, poner en valor, conocer y difundir el significado de Altamira".

El director general de Bellas Artes subrayó que "en el siglo XXI y en un proceso nuevo como es el de la globalización", Altamira "adquiere un relieve mayor que el que ha tenido incluso en el pasado". Así, explicó que en otros campos, el hombre en aquellos tiempos era "absolutamente rudimentario", pero como artista no.

Expresiones contemporáneas

El responsable del Ministerio de Cultura agregó que las pinturas de Altamira "nos ponen ante la evidencia de que el ser humano empezó siendo 'homus artisticus', hombre artístico, y fue capaz de generar expresiones artísticas que con treinta y tantos mil años de vida siguen siendo contemporáneas, con un valor excepcional actual".

Prieto propone el siguiente "juego mental": "supongamos que no se hubiera descubierto Altamira y encontramos a un pintor que nos dibuja un bisonte como los de Altamira y lo pone en un museo, ¿pensaríamos que eso lo hizo un hombre hace 37.000 años?".

En su opinión, "ahí está el valor excepcional, actual, intemporal" de Altamira, y "ahí es donde tenemos que centrar la clave de nuestra acción, en resaltar la importancia que tiene para la especie humana la expresión cultural y artística". Una "noción" y un "norte" que "quizás" se ha "perdido", reconoció, "en estos tiempos de globalización en que priman tanto otros valores, valores consumistas, materiales, exclusivamente económicos primando a veces sobre los propios valores artísticos y culturales".

Al mismo tiempo, señaló que el legado cultural de nuestros antepasados es "lo que nos permite saber quiénes somos y qué podemos seguir siendo también", y destacó la necesidad de "asumir nuestra relación con el patrimonio cultural como una relación de responsabilidad intergeneracional".

"Nosotros no somos los propietarios del patrimonio cultural, como no lo somos tampoco del medio ambiente y la naturaleza, tenemos que aceptar que solo somos usufructuarios, que podemos disfrutar de ese patrimonio en unas condiciones adecuadas que tienen que hacer posible que las siguientes generaciones puedan también seguir disfrutándolo", afirmó el director general de Bellas Artes.

Ello exige, añadió, "realizar actuaciones de conservación que tienen que estar basadas en criterios técnicos y científicos, que son los que tienen que dar la pauta de hasta donde podemos disfrutar de ese patrimonio de forma directa o a través de otras formas".