El director del Comité Internacional de Arte Rupestre de la UNESCO, Jean Clottes, no ve cree que Altamira se pueda reabrir al público. En todo caso, subraya que debe ser una decisión científica y no política la que determine el futuro de la cueva de Santillana del Mar, que desde el punto de vista arqueológico, todavía puede a su juicio dar "sorpresas".

En el caso de una hipotética reapertura, el experto descartó que la cueva pueda ser visitada por un volumen de 50-80 personas al día y señaló que "probablemente" las visitas serán "muy reducidas". Agregó que el número de personas que puede visitar una cueva cada año también ha de ser una decisión científica.

Jean Clottes puso el ejemplo de la cueva francesa de Lascaux, que se abrió durante muchos años y fue "una catástrofe" para su conservación. Durante más de 30 años, explicó, Lascaux tuvo un régimen de visitas de cinco personas al día, cinco días a la semana, durante 40 minutos.

Entonces la cueva "podía sostenerlo, ahora no puede", subrayó Jean Clottes, quien destacó que "los equilibrios no duran mucho" e insistió en que son los estudios científicos los que deben determinar estas cuestiones.

Añadió que cuando una cueva pierde su equilibrio, pasa como con las personas cuando sufren una enfermedad muy grave, que es "muy difícil recuperar el equilibrio". Y agregó que aunque Altamira es mucho más grande que Lascaux, ambas presentan "el mismo problema y el mismo cuadro de conservación".

El director del Comité Internacional de Arte Rupestre de la UNESCO participó este martes en la última jornada del curso sobre Altamira que la Universidad de Cantabria ha celebrado en el Parlamento regional en el marco de sus cursos de verano.

A preguntas de los medios de comunicación sobre los últimos hallazgos arqueológicos en Altamira, según los cuales las pinturas más antiguas de la cueva cántabra se habrían realizado hace al menos 37.000 años, Clottes se mostró convencido de que todavía puede haber "más sorpresas" y destacó que estos signos son los más antiguos de Europa y del mundo por lo que defendió que se les denomine 'símbolo de tipo cantábrico' dado que también se han encontrado en otras cuevas como El Castillo, La Pasiega o Tito Bustillo en Asturias.

También en respuesta a los periodistas, destacó que Santander "merecería" albergar un Centro de Arte Rupestre, algo que en su opinión es "una idea muy buena", porque Cantabria y sus alrededores cuentan con numerosas cuevas además de Altamira que marcó "el inicio de todos los descubrimientos de arte paleolítico en Europa".