TVE la despidió por embarazada y gorda

No sólo el mundo de la moda esclaviza a sus profesionales exigiendo unas medidas supuestamente perfectas. También la televisión...
Raquel Gilabert (Fotos: JORGE PARÍS).
Raquel Gilabert (Fotos: JORGE PARÍS).
Jorge París
Raquel Gilabert (Fotos: JORGE PARÍS).

Ella se llama Raquel Gilabert Fuster, tiene 31 años, es azafata de imagen y modelo y desde 1997 presentaba diversos concursos en el programa matutino de TVE que actualmente presenta Inés Ballester. El último, el concurso de la pirámide. Su trabajo: coger una llamada y hablar mientras la cámara la inmortaliza de cuerpo entero.

Un buen día, Raquel se quedó embarazada. Fue en octubre del 2005 y aunque mide 1,76 cm. y pesa sesenta kilos y el embarazo apenas se le notaba en el cuarto mes, intentaron echarla. "El director Alfonso Yunta y el productor Fernando Paredes me dijeron que no podía salir, que se me veía gorda y fea y no podía salir embarazada en pantalla ".

Me llamaban gorda y fea un día y otro día

En febrero de 2005, la producción del programa, que trata entre sus contenidos temas de denuncia social y aborda los maltratos a las mujeres, decidió prescindir de sus servicios. Raquel les avisó que iba a ir a magistratura y por ello le mantuvieron el puesto. Durante el resto del embarazo, sufrió, afirma, acoso y mobbing: "Yo tenía un contrato por obra que se renovaba mes a mes, y el día que no trabajaba no cobraba. Todos los días me hacían pruebas de cámara y me volvían a repetir que estaba gorda y fea, un día y otro día".

"Todavía hay clases", le dijeron

Raquel, una mujer con un cuerpo fantástico -de hecho ha ejercido de imagen de una firma de lujo y glamour en un stand de Cibeles- se preguntaba porqué muchas presentadoras seguían en pantalla hasta el final de sus embarazos. Esta fue la respuesta que le dieron: "Es que las presentadoras son las presentadoras. Todavía hay clases".

La niña nació en junio y tras los cuatro meses de baja, en los que no cotizaron a la seguridad social, volvió a reincorporarse a su puesto de trabajo. Fue el 31 de octubre del 2005. El día 31 de octubre fue despedida.

Es que las presentadoras son las presentadoras. Todavía hay clases

Raquel sufrió las consecuencias de haberse mantenido firme en su postura. La pusieron de patitas en la calle, sostiene, como represalia por haber intentado llevarles a magistratura. Ya le había avisado de que lo iban a hacer: "No entiendo como el embarazo, una de las etapas más bellas en la vida de una mujer, sea visto como algo vergonzoso, y que sean capaces de decirte que no es porque estés embarazada, sino porque estás gorda y fea".

En el cuarto mes de embarazo Raquel sólo había cogido seis kilos.

Esta mujer valiente y luchadora ha llevado el caso ante el juzgado número 3 de lo social, pero ha perdido el juicio. Y eso que una peluquera de TVE y una gestora testificaron a su favor. Y que una compañera hubiera ganado un caso semejante también en TVE, sentando jurisprudencia, no le ha servido de nada. Sin embargo, ha apelado, y confía en que la justicia le de la razón.

Contra Inés Ballester y Manolo Jiménez, presentadores del programa, no puede decir nada: "Se han portado maravillosamente conmigo, pero también me dijeron que si lo denunciaba a la prensa podría tener problemas, pero que era muy libre de tomar las medidas que considerara oportunas". Su hija ya tiene 14 meses, y su situación laboral es buena, pero Raquel pelea no sólo por ella, sino también por los derechos de muchas otras mujeres.

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