El diseño de las cajas anidaderas es un factor "muy importante" para que sean duraderas ante las inclemencias del tiempo, tengan un espacio interior confortable para criar los pollos con un mayor éxito y se dificulte ser atacadas por parte de otros animales, según la información de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, recogida por Europa Press. Su uso especialmente en aquellas zonas como los pinares donde la presencia de este tipo de pájaros no es habitual, es una herramienta de gestión de plagas a largo plazo.

A partir de las observaciones realizadas en los muestreos llevados a cabo durante 2010 y 2011, y del análisis de los modelos empleados, se ha revisado el diseño de la caja incidiendo básicamente en dos aspectos, el espacio interior disponible y la durabilidad del nidal.

Los muestreos de campo han puesto de manifiesto que, en general, el modelo de caja empleado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente presenta "un buen estado de conservación". En este sentido, cabe destacar como más del 75 por ciento de los nidales colocados a partir de 2003 presentan un estado adecuado para su ocupación.

También se ha observado que la placa metálica frontal empleada, que evita la colonización por especies menos interesantes para el control biológico, por ejemplo los picos picapinos o los gorriones, está resultando "muy efectiva".

Por otra parte, a partir de la constatación de aquellos deterioros más comunes, se han realizado mejoras enfocadas a potenciar la durabilidad del nidal. Los nuevos diseños estudiados a partir de 2010 no muestran variaciones en los índices de ataques de otros animales.

Además, concreta que las visitas periódicas realizadas, hasta tres anuales, no detectan problemas en este sentido. Sin embargo, habría que realizar estudios "más exhaustivos" sobre este tema para descartar esta posible amenaza.