Ese día, el 3 de octubre de 1984, se ha convertido en inolvidable para María José López: dio a luz a su primer hijo cuando la fuerza del vendaval era más intensa.

¿Cómo recuerda ese día?

En aquel momento yo vivía en Mugardos (Ferrol), pero el médico que llevaba mi embarazo trabajaba en A Coruña, en el hospital Modelo. Así que tan pronto sentí que me ponía de parto, mi marido cogió el coche y...

¿A pesar de los avisos de llegada del Hortensia?

No éramos muy conscientes del peligro. Con los dolores que sentía, ni me acordé del huracán ni de nada (risas). Sólo me interesaba llegar al hospital.

¿Y cómo fue el camino?

Salimos a las 8.00 horas de casa y en ese momento todavía no había llegado lo peor. Si nos hubiésemos retrasado un poco más... no sé, hubiera tenido que dar a luz al lado de la carretera, igual en medio de una acera.

¿Qué ambiente se encontró en el hospital?

Había muy poca gente, el médico llegó tarde y el hospital se quedó sin luz y sin calefacción. Después de parir, recuerdo que hacía mucho frío en la habitación. Desde mi ventana, veía volar las uralitas por el cielo.

Y el niño, ¿sintió ese ambiente tan movido?

Nació un poco alteradillo... pero muy sano y muy guapo. Todos lo que venían me decían: «¡Ha escogido el día  perfecto!». (Martiño, su hijo): La verdad es que nacer en medio de un huracán es toda una anécdota (risas).

En un día como ése, recibiría pocas visitas...

Mi familia vino a verme porque no tenía otro remedio.

¿Cuál ha sido peor: Hortensia o Gordon?

El Hortensia fue mucho más fuerte. Ni se podía andar por la calle.

BIO

María José tiene 51 años. Es profesora de primaria en Ferrol. Su hijo, Martiño Cebreiro, de 22 años, nació en pleno huracán.