El Juzgado de Instrucción 9 de Granada ha acordado que se sigan por procedimiento abreviado las diligencias contra el exrecluso Miguel Montes Neiro, que salió de prisión el pasado mes de febrero tras más de 35 años entre rejas y un indulto del Gobierno, lo que le sitúa a un paso de la apertura de juicio oral por presuntamente haber calumniado con publicidad a los funcionarios de la cárcel de Albolote (Granada).

El magistrado Fernando Víctor Ramos comenzó la instrucción por este asunto después de la denuncia de la sección sindical de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) en la prisión granadina, que llevó ante la Fiscalía una entrevista que el exreo concedió a un medio de comunicación en la que calificó a los funcionarios de "borrachos", y dio a entender con sus palabras que son "vagos y arbitrarios", así como "partícipes necesarios en el tráfico de bebidas alcohólicas o de la venta ilegal de teléfonos móviles", y todo ello "en el ejercicio de sus funciones".

Así las cosas, las partes personadas disponen de un plazo de diez días para que soliciten la apertura de juicio oral y formulen su escrito de acusación o pidan, por el contrario, el sobreseimiento de las actuaciones, según consta en el auto al que ha tenido acceso Europa Press.

No obstante, el abogado de Montes Neiro, Félix Ángel Martín García, ya ha presentado recurso de reforma contra esta resolución, ya que, según ha indicado, las declaraciones de su defendido no se dirigieron contra nadie en concreto y fueron producto de sus vivencias entre rejas.

Por estos hechos el exreo, que fue indultado por el Gobierno con la condición de que no delinquiera en los próximos años, declaró el pasado 17 de julio y ante el juez señaló que no está "en contra de nadie en concreto", sino en contra del sistema. Tras su declaración dijo a los periodistas que hacen falta "más fábricas, más salas de fiesta, y más plazas de toros" en lugar de cárceles.

El exreo aportó al magistrado un parte disciplinario que el centro penitenciario en el que estuvo interno le interpuso por la posesión de un móvil que, según dijo, demostraría sus afirmaciones de que los funcionarios facilitan teléfonos a los presos a cambio de dinero. "Una botella de whisky puede costar hasta 300 euros, pero lo normal es que sea 50 ó 60, según quién y según cuándo, y un móvil valía 1.000 euros y luego 300. La cárcel estaba llena de móviles, ahora ya no porque hay inhibidores de frecuencia", indicó.

Según mantuvo, hay "cientos" de guardias, o "carceleros" como él los denomina, que están expedientados, e incluso directores de cárceles "que han tenido que dimitir porque toda la prisión estaba corrupta", y así se ha reflejado en la prensa, de la que Montes Neiro llevó al Juzgado recortes que lo acrediten.

"Esto no me lo he inventado yo. Si digo que hay funcionarios que venden móviles es porque a mí me los han vendido, si digo que hay funcionarios que venden droga, es porque a mí me la han vendido. Si digo que hay funcionarios borrachos es porque yo mismo los he visto borrachos", afirmó el expreso, que además ha acusado a los funcionarios de darle un trato preferencial a los "violadores", como el asesino de la niña Mari Luz, por convertirse en "confidentes".