El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, asegura que el pacto fiscal es necesario e imprescindible pese al actual contexto económico en el que en los mercados "no hay una mirada de complicidad sino de desconfianza" hacia España.

"Ahora o nunca", ha señalado Mas, en su primera intervención en el pleno extraordinario que este miércoles se celebra en el Parlamento catalán, donde se ha acordado la propuesta de un nuevo pacto fiscal que hace Cataluña al Estado con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC, mientras que el PSC lo ha apoyado parcialmente.

El punto más emblemático del acuerdo, la creación de una hacienda propia para Cataluña, ha salido adelante con los votos de convergentes, Iniciativa, republicanos y el diputado no adscrito Joan Laporta, mientras que el PSC se ha abstenido y el PP ha votado en contra.

En las votaciones, el portavoz del grupo socialista en el Parlament, Miquel Iceta, ha indicado que la forma en que se han hecho las votaciones se ha hecho con "voluntad de dejar fuera" al PSC, mientras que la presidenta del Parlament, Núria de Gispert (CiU), ha puesto punto y final al pleno afirmando que el pacto fiscal nace amparado por una mayoría amplia.

"Mas ha lamentado determinadas "interpretaciones" que se han hecho de que la Generalitat vaya a solicitar en una fecha aún sin concretar el fondo de liquidez, como ya han hecho Murcia y Comunidad Valenciana. Ha destacado que lo que Cataluña pide al Estado no es que le dé dinero, sino un trato justo, tras recordar el contexto económico actual, en el que toda España está siendo observada con lupa ante la "mirada de desconfianza" que hay hacia sus posibilidades ante la recesión.

Este contexto, según Mas, es una oportunidad de oro para que Cataluña remarque su perfil propio, fortaleza, proyecto, y su derecho a preguntar: "Llevamos 30 años dando respuestas a Madrid y no hemos hecho muchas preguntas". Según Mas, la comunidad tiene derecho a preguntar al Estado si toda España "tiene un proyecto propio que permita que Cataluña se sienta tratada con justicia. Y en este momento, da toda la sensación de que el Estado no tiene proyecto". Tampoco ha apreciado un proyecto definido desde la Unión Europea, porque, a su juicio, si lo tuviera "no pasaría lo que está sucediendo".

Según Mas, el pacto fiscal es totalmente constitucional y también "la respuesta a casi todas las necesidades, inquietudes y retos del momento" que tienen los catalanes, y prueba de ello es que si estuviese en vigor, no sólo la Generalitat no tendría déficit, sino que le sobraría dinero para no tener que hacer los recortes que ha hecho. Además, el pacto fiscal no sólo permitiría a Cataluña salir de la crisis, sino hacer de" locomotora" y empujar a toda España, y también acabar con la "fatiga, desafección, cansancio y cabreo" que ha provocado entre la ciudadanía catalana el recorte del Estatut.

Según Mas, que Cataluña haga esta propuesta "no cuesta ni un euro" y de alcanzarla, supondría acabar con una situación financiera que ha tildado de insostenible y alcanzar un éxito colectivo como hace 20 años lo fueron los Juegos Olímpicos. Mas también ha indicado que los 30 años de solidaridad interterritorial no han servido para homologar en todas las autonomías la creación de riqueza ni tampoco de servicios públicos, porque hay prestaciones que tienen otras autonomías y no Cataluña porque la Generalitat no tiene recursos.

Ha citado en varias ocasiones el modelo vasco y navarro de concierto económico: "En el País Vasco hay un 56% más de recursos por cápita para hacer políticas de interés público. Cuando aquí hay un euro, allí hay 1,56". Ha indicado que a lo largo de la historia reciente, en España ya han existido varios modelos de financiación y no ha pasado nada: "En 1996 había el modelo de Euskadi; el de Navarra; el de Canarias; el de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura; y el de Cataluña y el resto de autonomías que lo aceptaron".