El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM), Juan Martínez Moya, ha considerado este martes que, ahora, "más que nunca, es necesario un pacto de Estado de Justicia, en un nuevo contexto nada parecido a 2001", y en el que "no caben partidismos".

Martínez Moya ha respondido de esta manera en la rueda de prensa que ha ofrecido para dar a conocer la Memoria Judicial correspondiente a 2011, al ser preguntado por la imagen de la Justicia ante los ciudadanos y el trabajo del poder legislativo en este sentido.

El presidente del TSJRM ha remarcado "el trabajo que se viene haciendo en todos los territorios, en las salas de gobierno, desde muchos colectivos que hemos hecho muchas propuestas, sobre todo, de agilización judicial, para que el ciudadano perciba la Justicia de forma pronta y ágil".

Por ejemplo, ha reivindicado que haya oficinas de atención al ciudadano, ya que "muchas veces somos los jueces, los secretarios judiciales y los funcionarios los que decimos a la población dónde se encuentra un juzgado determinado".

Ha lamentado que estas situaciones "no pasan en otras administraciones públicas que, probablemente, necesitan esos recortes actualmente", pero ha defendido que la Justicia "se ha movido siempre en unos parámetros de austeridad máxima".

Respecto a la dimisión del ex presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, Martínez Moya ha recordado que ha sido un episodio que los jueces y magistrados de la Región de Murcia han vivido "con mucha preocupación".

No obstante, ha querido diferenciar que "una cosa es el trabajo que se hace diariamente en los órganos judiciales y otra cosa muy distinta es la actividad de Gobierno del Poder Judicial, que no representa a los jueces". No obstante, ha dicho estar preocupado por el hecho de que el gobierno de los jueces "haya atravesado esa crisis institucional".

De todas formas, ha subrayado que la toma de posesión del nuevo presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner, fue un escenario que permitió "hacer esa apuesta en común con otros presidentes, con vocales del Consejo, con responsables de la Administración y de la Fiscalía".

Además, permitió "transmitirles nuestra preocupación, la necesidad de que tienen que llegar a acuerdos, que la Justicia necesita muy buena voluntad, mucho sentido común y mucha responsabilidad por parte de todo".

Ha afirmado que Moliner, "por su trayectoria, por su formación y por su talante" ha ofrecido "un mensaje muy claro: la independencia del gobierno del Poder Judicial, la sensibilidad por los jueces que están trabajando en el día a día, y para que los ciudadanos perciban que estamos a su servicio".

Al ser preguntado por el trabajo para mejorar la imagen de la Justicia, Martínez Moya considera que "se ha trabajado bien y con empeño, con los instrumentos que tenemos", aunque ha reivindicado "medidas de refuerzo" que solicitan los propios colegios profesionales y los funcionarios "que están en primera línea".

El presidente del TSJRM ha dicho que el resultado de este trabajo "no se puede calificar como satisfactorio", y ha remarcado que su meta es "siempre, hacerlo mejor. Por nuestra parte que no quede, en lo que está en nuestras manos vamos a poner todo nuestro empeño", ha remarcado.

Martínez Moya ha puesto en valor que la Administración de Justicia "es la última garantía que tiene el ciudadano, y lo hacemos en régimen de monopolio", por lo que consider que "hay muchas fórmulas que se deben utilizar".

Por ejemplo, se ha mostrado partidario de la ampliación de horarios en oficinas judiciales por la tarde, así como de la verificación de horarios en la administración pública, sobre todo, por un componente de "responsabilidad" porque "ahora más que nunca debemos rendir cuentas".

Frente a este "incierto e inquietante" panorama, Martínez Moya dice que "sólo cabe una opción: no resignarse, sino luchar, e ingrediente de esa lucha es el compromiso del esfuerzo, trabajar de buena gana, como corresponde, por principio, a todo servidor público".

"Es la hora de los valores que tengan proyección en los comportamientos de las personas físicas y de las colectividades; es la hora de la prudencia, la mesura, la austeridad, la discreción, la proporcionalidad, la aversión al derroche, la exigencia de responsabilidades, en fin, la Justicia Social".