El Gobierno de Gibraltar ha pedido a las autoridades británicas que respondan a la última "incursión ilegal" de la Guardia Civil en las aguas en disputa que rodean el Peñón, donde el viernes la Benemérita detuvo una embarcación gibraltareña a la que condujo hasta Algeciras.

El Ejecutivo de Fabian Picardo "condena sin reservas" este "acto agresivo de provocación por las fuerzas paramilitares de España, similar" a otras acciones previas sobre barcos mercantes y de recreo en las aguas que Gibraltar y Reino Unido reclaman como propias (hasta tres millas de la costa) y que "no debe quedar sin respuesta".

En un comunicado, considera que este tipo de incursiones de la Guardia Civil ejerciendo jurisdicción sobre unas aguas que, según la posición británica y gibraltareña, no pertenecen a España se sitúan "totalmente fuera de la legalidad internacional y de los límites de un comportamiento aceptable entre vecinos".

La embarcación Río Ceden de la Guardia Civil interceptó el viernes una embarcación gibraltareña, a la que condujo "a la fuerza" y a gran velocidad hasta Algeciras, no sin antes apagar las luces de navegación de los dos barcos para evitar ser detectadas, según la versión del Gobierno de Gibraltar.

Los tripulantes de la embarcación gibraltareña "no eran sospechosos de estar involucrados en actividad ilícita de ningún tipo", asegura el comunicado.

Gibraltar subraya que la Guardia Civil comenzó a hacer este tipo de incursiones en 2009, de manera que este último episodio no está relacionado con el conflicto que el Peñón mantiene con los pescadores gaditanos, a los que pone impedimentos para que sigan faenando en las aguas que rodean la Roca.

Desde 2009, estas incursiones se han repetido de forma intermitente, por lo que para Gibraltar forman parte de una "escalada clara y premeditada de violaciones de la soberanía de nuestras aguas".