Almazán, el encanto de una villa medieval en tierras sorianas

Una panorámica de la Plaza de Almazán.
Una panorámica de la Plaza de Almazán.
FLICKR/elmimmo
Una panorámica de la Plaza de Almazán.

Famosa en la actualidad por una fecunda industria mobiliaria que estimula la economía de la zona, Almazán fue, antaño, ciudad fronteriza entre el mundo cristiano y el árabe, para convertirse posteriormente en lugar clave para los reinos de Castilla y Aragón.

Así, fue escenario de múltiples litigios que devastaron y sometieron la ciudad, convirtiéndola en trofeo de moros y cristianos, de guerreros y repobladores. Finalmente, la paz llegó a esta villa de 166 km2 de la mano de los reyes Enrique II de Castilla y Pedro IV de Aragón, quienes en 1375 firmaron la llamada Paz de Almazán, que devolvió cierta tranquilidad a las tierras y le otorgó ciertos privilegios.

Tales acontecimientos históricos dejaron una huella arquitectónica que aún pervive en esta villa soriana situada a 32 km de la capital de la provincia. Así lo demuestra el recinto amurallado (s. XII-XIII), que todavía conserva tres puertas de acceso, la de Herreros (en la imagen), la de la Villa y la del Mercado.

Merece la pena caminar algunos metros y traspasar los muros para acceder al casco histórico y la Plaza Mayor. En ella se encuentra la iglesia de San Miguel (s. XIII), de estilo románico, así como el esplendoroso palacio renacentista de los Hurtado de Mendoza, este último de imprescindible visita. También lo son la iglesia de San Vicente y la ermita de Jesús.

Pero conocer la villa de Almazán  es mucho más que adentrarse en las tierras de la fusión cultural de la Edad Media. Es, asimismo, pisar el segundo mayor núcleo de población de la provincia de soriana, después de la capital.

Pero además, Almazán es historia, tradición, arquitectura y, por supuesto, gastronomía. Además de las sopas castellanas, la morcilla dulce, los productos micológicos y los platos a base de cerdo, cabrito y cordero, típicos de toda la provincia, adquieren  en Almazán especial relevancia las yemas de Almazán, las paciencias, las mantecadas y los sobadillos.

Algunas pistas

Dónde comer: Restaurante Tirso de Molina. Ubicado en la misma Plaza Mayor.

Dónde dormir: Hostal Puerta de la Villa, y hotel Villa de Almazán.

Fiestas: Fiesta de El Zarrón  (17 de mayo), declarada de Interés Turístico Regional, y fiesta de Jesús Nazareno (primer domingo de septiembre) y fiesta

Pero sobre todo… No olvides comprar un décimo de lotería en Almazán. En 2006 la única administración de lotería de la villa repartió 375 millones de euros de El Gordo de Navidad, y en 2011 se vendieron el tercer y un quinto premio del mismo sorteo. ¿Y si cae (de nuevo) aquí?

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