La localidad vallisoletana de Montemayor de Pililla reunirá entre el 20 y el 22 de julio a narradores orales, ilustradores, cantantes, bailarines y hasta juglares en la V edición del festival de cuentacuentos 'Rompenubes'.

Se trata de un festival que, tras celebrar sus primeras cuatro ediciones en la capital vallisoletana, se traslada al medio rural después de dos años de parón en los que las dificultades económicas impidieron su realización.

Las narraciones orales comenzarán el viernes 20 por la mañana con una jornada de fomento de la lectura en la Biblioteca Municipal de Montemayor, mientras que la mañana del sábado se repetirá esta actividad en la residencia de ancianos, para que el domingo tenga lugar un 'cuentacalles' que recorrerá distintos lugares del municipio con puestos de artesanía y talleres que lo convertirán en un "mercado de narradores".

Entre estos talleres habrá actividades de pintura con henna, de abalorios, risoterapia o creatividad literaria, según ha explicado a Europa Press Iván Trasgu, miembro de la organización.

Las tardes serán para la Sección Oficial del cuentacuentos, que se desarrollará en el Cine Arena de Montemayor, si bien no habrá palmarés, ya que "no se trata de competir, sino de compartir" cuentos y experiencias, lo cual supone "el verdadero premio", si bien se permitirá que los participantes expongan algunas de sus ilustraciones o realicen mercados con productos corporativos de cara al público.

"misterio y encanto"

Por la noche, la chopera de la localidad acogerá veladas que añadirán un halo de "misterio y encanto" a las narraciones. Para Trasgu, la principal diferencia entre acudir a la Sección Oficial y el resto de actividades radica en la "profesionalidad" de los participantes en la primera, procedentes de distintos lugares de España como Sevilla, León, Toledo, Madrid, Valencia o Barcelona.

Los artistas, por tanto, narrarán tanto cuentos propios como tradicionales, a lo que se suman las "sorpresas" de aquellos que no han desvelado lo que van a contar, aunque los responsables han augurado que serán "auténticas bombas".

Con ello se busca que la programación "no sea monótona", por lo cual también habrá sorteos y hasta un concurso de cantantes "con temática de los cuentos Disney".

En esta ocasión se duplicará el número de participantes, ya que se pasará de la docena de anteriores ediciones a los 25 de ésta, un límite fijado por la organización para que "todos tengan tiempo de contar su cuento" y evitar así la "masificación", aunque es probable que se amplíe esta cuota fuera de la Sección Oficial.

Iván Trasgu ha achacado el aumento de inscritos precisamente a la crisis económica, que "obliga a agudizar el ingenio" y "hace que la gente se lance a la calle para darse a conocer, actúe y se mueva". "Se trata de una energía incipiente que surge de dentro hacia afuera y no al revés, pues cuando la gente está cómoda no se esfuerza tanto", ha añadido, al tiempo que ha comparado la situación actual con el "boom creativo" que, a su juicio, se vivió en los años 80.

Esfuerzo económico

Sin embargo, la respuesta por parte de los narradores de cara a esta V edición ha implicado "un mayor esfuerzo" para el Consistorio de Montemayor, sobre todo de a cara a costear su alojamiento y manutención, lo que llevó a la organización a buscar el apoyo de localidades vecinas, pero las condiciones que ofrecían "no eran tan buenas", a pesar de lo cual Trasgu ha insistido en que la celebración de 'Rompenubes' "no conlleva un gran despliegue económico".

Para ello se ha contado también con la colaboración de empresas privadas como Bodegas y Viñedos Alfredo Santamaría, perteneciente a la Denominación de Origen (DO) Cigales, o Álvaro Román Regalos y Publicidad.

Entre las actividades que completarán el programa del festival, se incluye un periodo todos los días de 'micrófono abierto' para el público que decida atreverse con un cuento o una narración, una 'liberación de libros' a cargo de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Valladolid (UVA) o la puesta en común de historias en el ambiente "misterioso" de una casa abandonada del pueblo.

Todo ello busca contrarrestar la tendencia actual en la que "nadie apuesta por los narradores", los cuales son "profesionales denostados" a pesar de "lo maravilloso que es portar la palabra", tal y como ha defendido Trasgu.

El colectivo 'Rompenubes', puesto en marcha por cuatro socios, cuenta en la actualidad con cerca de un centenar de afiliados, mientras que el número de simpatizantes y colaboradores ronda el millar de personas.

Hace un año, las dificultades económicas obligaron a suspender la V edición que al fin podrá celebrarse en Montemayor de Pililla, para lo que abandonará su tradicional emplazamiento en Valladolid, donde se han encontrado "con menos facilidades" para su puesta en marcha.