Cerca de 40 asociaciones, colectivos y personas a título individual se han integrado en 'Cantabria no se vende' (CNSV), un movimiento que pretende unir a grupos que aparentan estar "desunidos" y "fragmentados" por toda la región para "unir fuerzas", alcanzar puntos de conexión y generar "alternativas" al modelo de desarrollo actual.

El movimiento se ha presentado este sábado, 14 de julio, en una rueda de prensa ofrecida junto a la Grúa de Piedra de Santander en la que han leído un manifiesto y a la que han acudido cerca de medio centenar de integrantes de 'Cantabria no se vende'.

En el escrito, consensuado por todos los colectivos que forman parte del movimiento y en el que se recopilan reflexiones de los dos últimos años, se subraya la urgencia de "consolidar una base social" y actuar para "construir alternativas realistas", que "materialicen un futuro igualitario capaz de ofrecer oportunidades a las generaciones presentes y futuras".

"Necesitamos crear mecanismos que hagan posible una auténtica participación en la toma de decisiones y que establezcan un control efectivo de los poderes públicos y económicos", reza el manifiesto, que añade a continuación la necesidad de "construir colectivamente soluciones" que articulen una democracia "directa, participativa, de base" en la que la sociedad se "protagonista" en la toma de decisiones.

Los grupos de 'Cantabria no se vende', que se consideran "una mayoría social no visible", también abogan por la defensa de lo público, de los derechos laborales y sociales, del territorio y del medio ambiente, del autogobierno y la autogestión, así como por la promoción de la cultura popular, la soberanía alimentaria y modelos de producción y consumo basados en necesidades reales o el respeto a la diversidad de género, opción sexual, etnia o procedencia.

El movimiento se refiere en el manifiesto a la crisis económica que se suma a una crisis estructural "a todos los niveles". "Nos han impuesto un modelo especulativo de desarrollo global que le pone pecio a todo, no atiende a la especificidad de nuestro territorio, menosprecia su potencia rural y precariza las condiciones en el medio urbano".

Y es que, a juicio de 'Cantabria no se vende', el actual sistema "supedita" las decisiones "a los intereses de unos pocos", —pero "poderosos"—, grupos económicos, que "actúan para su propio beneficio" y que cuentan, además, con las "cúpulas políticas y sindicales" como "instrumentos a su servicio", mientras "quedamos excluidas de la toma de decisiones aquellas personas que las posibilitamos y pagamos", como trabajadores, pequeños comerciantes, autónomos, estudiantes, pensionistas o parados.

A juicio de este movimiento, el modelo de desarrollo actual no ha funcionado ni siquiera en época de "vacas gordas" ya que ha creado una "falsa riqueza". Además, ha quedado demostrado que también "fracasa" en épocas de crisis y recesión como la actual. Culpan, de ello, a los poderes económicos, que son lo que "dictan las reglas" contando para ello con el apoyo de los partidos políticos, según insisten.

PRESENTACIÓN

La presentación del movimiento y lectura del manifiesto se ha hecho en la Grúa de Piedra, un lugar con una "carga simbólica" ya que según Jesús Salas, uno de los portavoces, es "ejemplo" de cómo "lo público se convierte en privado".

Durante el acto, agentes policiales del Puerto de Santander se han acercado a los convocantes para informarse de si tenían el correspondiente permiso, a lo que miembros de CNSV han explicado que se lo habían solicitado a la Delegación del Gobierno que, a su vez, se lo trasladó al Ayuntamiento de Santander, al tratarse de ocupación de un espacio público.

Han seguido la presentación y lectura del manifiesto representantes de los cerca de 40 colectivos que integran el movimiento, y entre los que figuran asociaciones ecologistas como Arca, movimientos como 15M Santander y Torrelavega, sindicatos y agrupaciones como UGAM-COAG o SUP, partidos como ACPT, Equo o Castro Verde, asociaciones de vecinos, como la de Viérnoles, afectados por la Turbera y de la calle Lasaga-Larreta (en Torrelavega), asociaciones culturales como la de Trasmiera o Tierra Dura en Secadura, la ONG Brezo en Gümes, o la agrupación de amigos del rock and roll de Reinosa, entre otras.

Desde 'Cantabria no se vende' han animado a la sociedad a participar "activamente" en este movimiento. "Solo así seremos protagonistas de nuestro presente y futuro", han concluido.