La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, ha manifestado este sábado que el Gobierno de la Nación ha cogido "el toro por los cuernos" adoptando medidas, algunas muy "duras", para hacer frente a la crisis económica y ha garantizado que ese esfuerzo "no va a ser inútil y va a dar sus frutos".

Durante su intervención en el 13 congreso regional del PP-A que se celebra este fin de semana en Granada, ha manifestado que el Gobierno de España tiene por delante una "tarea de titanes" y la gran responsabilidad de sacar a este país de la crisis y de la situación de emergencia social y económica por la que atravesamos.

Ha señalado que todos los 'populares' tienen la responsabilidad de explicar "sin descanso por qué hemos llegado hasta aquí y por qué las cosas están como están".

Hay que decir claro, según ha apuntado, que España está en esta situación por el "lío en que lo meten siempre los gobiernos irresponsables socialistas", que se dedicaban a "mirar para otro lado" y pusieron "en riesgo" el estado del bienestar.

El momento ha exigido, en opinión de Báñez, "reformas profundas para problemas profundos". "Hemos cogido el toro por los cuernos para arreglar las cosas y aguantaremos con responsabilidad", según la ministra de Trabajo, quien ha admitido que se trata de reformas "duras y difíciles", pero imprescindibles para que este país salga de la crisis y se empiece a crear empleo.

Ha agregado que, sin duda, hay medidas que son especialmente duras y dolorosas, pero es preciso, en su opinión, que todos hagamos sacrificios individuales para salvaguardar nuestro país y el estado del bienestar porque está en juego nuestro futuro inmediato en una coyuntura de emergencia económica y social.

Ha hecho especial referencia a las "medidas duras" que afectan a los funcionarios, a los que se ha pedido un importante sacrificio con la supresión de la paga extra de Navidad en este ejercicio. Báñez ha garantizado que esa paga no la van a perder, sino que la volverán a cobrar en 2015. En cuanto a la bajada de las prestaciones por desempleo, ha querido dejar claro que no afectará a los actuales parados, que "seguirán cobrando lo mismo", sino a los nuevos, de los que además quedarán exentos los que tienen los sueldos más bajos.