Natascha fue secuestrada en 1998, cuando tenía 10 años, y permaneció en un zulo subterráneo de seis metros cuadrados, hasta que el 23 de agosto pasado logró escapar de su secuestrador.

Desde ese momento está bajo el control de un grupo de médicos y especialistas que dirige el profesor Friedrich.

Koch dijo que en todo este tiempo sólo ha podido ver a su hija en tres ocasiones y siempre ante la presencia de un tercero.

El padre relata que la última vez que vio a su hija fue ante una señora "que no quería irse porque tenía instrucciones de permanece allí", tal como ella misma le dijo.

Mientras tanto, el diario austríaco Öesterreich publicó el fin de semana las fotografías de Natascha con su madre y sus dos hermanastras en un barrio de Viena.

Natascha permanecerá en el hospital general de Viena algún tiempo más y luego se trasladará a un alojamiento donde seguirá recibiendo asistencia social.