El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, ha opinado que la reducción de concejales atiende a una voluntad política clara de suprimir los partidos minoritarios del espectro municipal y no a una fórmula de ahorro, ya que la mayoría de ellos trabaja de manera altruista y su eliminación conllevaría más trabajo para aquellas personas a cargo de los ayuntamientos, como interventores o secretarios.

En su rueda de prensa habitual tras la Junta de Gobierno Local, el regidor ha asegurado que se trata de una medida "electoral" que se esconde detrás de la "excusa" de descenso del gasto y que, por tanto, ésta debería tramitarse como medida electoral y no como de reducción del déficit publico.

Para el primer edil, las reformas no deben acometerse basándose en el principio de economía sino en función de la sociedad, que es según ha dicho la que manda ahora y a la que se debe escuchar en lugar de a los mercados.

"No se pueden tomar medidas democráticas en base a criterios económicos, es un gran error, es la gran mentira. Si los concejales no cobran y la mayoría de alcaldes no cobra, el problema no está ahí, los problemas son otros", ha aseverado.

Arahuetes ha insistido en que la política del Gobierno desembocará en la intervención de ayuntamientos y que Mariano Rajoy pretende hacer de éstos meros instrumentos de gestión del Ejecutivo central.

"Las circunstancias económicas serán sólo la justificación para quitar mas democracia a los ayuntamientos", ha subrayado, al tiempo que se ha mostrado dispuesto a entregar las llaves del Consistorio a Mariano Rajoy en unos meses o un año, cuando sólo le quede capacidad para ir a sentarse en el sillón.