El Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Valladolid (UVA) participa en un proyecto de investigación financiado con cargo al Plan Nacional de I+D+I que tiene por objetivo facilitar el conocimiento de la evolución del paisaje español durante el último siglo a través de la recopilación de todas las fotografías aéreas que se han hecho del país a lo largo de la historia.

El estudio, en el que participa el profesor de Geografía Luis Carlos Martínez Fernández, encargado de la recopilación y el tratamiento de las imágenes aéreas correspondientes a Castilla y León, tendrá una "gran repercusión" en el conocimiento del espacio regional "ya que facilitará la disposición, ahora muy dispersa e incluso desconocida en alguna de sus colecciones, de una herramienta esencial para el análisis geográfico".

En un comunicado recogido por Europa Press, la Universidad ha explicado que en la secuencia evolutiva de fotografías se plasman las mutaciones habidas en el territorio de la Comunidad a lo largo de todo un siglo "y con especial significado las registradas desde mediados del siglo XX, cuando Castilla y León empezó a configurarse como la región que hoy es caracterizada a escala general por la dicotomía concentración urbana-despoblación rural".

El estudio a nivel estatal, que se desarrollará a lo largo de tres años, está dirigido por el Catedrático de Geografía de la Universidad de Oviedo Felipe Fernández García y pretende rastrear los fondos de todos los organismos nacionales, autonómicos y locales tanto públicos como privados que custodian la cuantiosa base de imágenes del territorio tomadas en avión.

En esta compilación documental, que recogerá todos los archivos existentes desde los años 20 del siglo pasado, está incluido el primer vuelo general a escala nacional realizado en 1945 por expertos de Estados Unidos y que se actualiza cada cuatro años; se creará además un programa de consultas al que podrá acceder cualquier usuario desde su ordenador.

La investigación dará lugar a una "radiografía perfecta" del territorio español y, por ende, castellanoleonés "ya que inmortaliza el terreno que se pisa y permite descubrir cuáles han sido sus dinámicas pasadas y presentes así como dibujar las pistas sobre su futuro".

Se trata, según las mismas fuentes, de una "valiosa aportación científica" que, al tiempo que persigue la transferencia de saberes útiles para la sociedad, "lo que constituye uno de los fines fundamentales de la Universidad", tendrá aplicación en los estudios ambientales y de recursos naturales, de análisis y representación del paisaje así como para la ordenación del territorio y la planificación de los usos del suelo, el urbanismo o las localizaciones espaciales de las actividades económicas.

Además, este estudio tiene un relevante peso docente en distintos niveles educativos y puede llegar a ser "de gran ayuda" para solucionar, por ejemplo, problemas jurídicos de límites administrativos o del cambio de lindes entre fincas.

Su papel en castilla y león

Para Luis Carlos Martínez Fernández, el estudio va a tener una enorme repercusión en el conocimiento del espacio regional dado que los problemas "más cruciales" que afectan a la Comunidad en el momento presente son de índole territorial: "los desequilibrios y desajustes del modelo de poblamiento o, en buena medida, ligado a ello, todo lo relacionado con los reajustes de la administración local".

En este sentido, este experto explicó en declaraciones a Europa Press que la fragmentación y el "minifundismo" municipal redundan en la prestación eficiente de servicios y, en definitiva, "en el buen gobierno y ordenación del territorio de la Comunidad".

Estos aspectos relevantes, "en los que los geógrafos trabajan desde hace mucho tiempo", encontrarán en esta investigación "un caudal de información sin precedentes".

"Esta investigación facilitará la disposición, ahora muy dispersa e incluso desconocida en alguna de sus colecciones, de una herramienta esencial para el análisis geográfico", reconoce el investigador, quien destaca además que en la secuencia evolutiva de fotografías se plasman fehacientemente las mutaciones habidas en el territorio de la Comunidad a lo largo de todo un siglo, y con especial significado las registradas desde mediados del siglo XX.

Fue en ese momento en el que Castilla y León "empezó a configurarse como la Región que hoy es, caracterizada, a escala general, por la dicotomía concentración urbana-despoblación rural".

Tanto el mundo rural como el urbano, según lo acredita este experto, se mantienen en "continua transformación" de muy distintos modos: mientras las ciudades conocen los mayores crecimientos superficiales de su historia e incorporan a su dinámica a los municipios de sus entornos, que son los que ven crecer de manera más intensa sus vecindarios en los últimos lustros, el espacio rural atraviesa por un proceso de despoblación "como uno de los atributos más caros".

No obstante este último entorno ya no es sólo agrario sino multifuncional "por más que los paisajes agrarios, eso sí también modernizados, dominen por doquier".