La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a once años y seis meses de prisión a A.A., de 32 años de edad, natural de Argelia y vecino de Níjar (Almería) acusado de un delito de homicidio después de que asestara 16 puñaladas a un empresario agrícola de 44 años de la misma localidad para el que había trabajado esporádicamente y con el que su esposa había mantenido relaciones íntimas a sus espaldas.

La sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso Europa Press, declara probado que A.A., quien negó en todo momento ser el autor del crimen, acudió en la mañana del 10 de junio de 2010 hasta la finca donde se encontraba el agricultor y, sirviéndose de un cuchillo de 16 centímetros, dio varias puñaladas al hombre con la intención de acabar con su vida ante sus sospechas de que mantenía relaciones con su mujer.

No obstante, aunque el juez tiene en cuenta el contenido del móvil de la agresión, señala que si bien no ha llegado a dar vía para considerar una atenuación legalmente prevista por estado pasional, sí se trata de una circunstancia "merecedora de consideración para templar en cierta medida el rigor de la pena".

La resolución judicial, que le impone también una indemnización de 600.000 euros a la mujer de la víctima y a sus hijos, recoge que, según las pruebas practicadas en el juicio con jurado, el acusado propinó diversas cuchilladas a J.M.S.C., de las que dos en la zona pectoral fueron mortales de necesidad, según la prueba forense, por lo que se considera clara la presencia de un 'animus necandi' en su actuación.

Según el texto, el hombre, que enfrentaba una pena de entre 12 y 15 años de prisión solicitada por el Ministerio Público y la acusación particular respectivamente, sentía una "fuerte animadversión" por su víctima, quien en el momento del ataque opuso una leve resistencia defendiéndose con una pequeña navaja y sus uñas.

El jurado contempla que un testigo aseguró ver al acusado en las inmediaciones de la finca 'La Rambla' de Níjar, donde se encontraba la víctima y tuvieron lugar los hechos. Igualmente, halla prueba de cargo demostrativa en que el acusado mostraba heridas que concuerdan con la leve oposición que mostró el empresario y, con "especial fuerza de convicción" se tiene en cuenta el informe pericial de la Guardia Civil en el que se detalla que en las uñas de la víctima se encontraron restos orgánicos del acusado.

Con esto, se considera al acusado como autor material de los hechos a los que se une el "resentimiento que debía mantener el acusado contra J.M.S.C. por las relaciones íntimas que éste mantenía" con su esposa. La sentencia, sobre la que cabe recurso de apelación ante el TSJA, descarta responsabilidad civil subsidiaria hacia los hermanos de la víctima al no constar una situación de dependencia económica respecto al fallecido.