Rajoy y Zapatero tuvieron que tomar medidas "dolorosas" acosados por los mercados

  • Ambos presidentes argumentaron que se veían obligados a incumplir su programa electoral ante una situación excepcional.
  • Zapatero congeló las pensiones, suprimió el cheque-bebé y rebajó una media del 5% el sueldo de los funcionarios.
  • Rajoy sube el IVA, baja la prestación por desempleo, suprime la deducción por vivienda y quita una paga extra a los funcionarios.
  • Antes y ahora el objetivo es controlar el déficit y recuperar la confianza de los mercados, pero Rajoy ha recordado su otro motivo: la herencia recibida.
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.
EFE
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.

José Luis Rodríguez Zapatero reconocía que uno de sus tragos más amargos como presidente del Gobierno fue su comparecencia ante el Congreso, el 12 mayo de 2010, para anunciar duros recortes sociales con el objetivo de acelerar la reducción del déficit público.

Si hubo un antes y un después para Zapatero a partir de ese día, queda por ver cómo marcará al actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, la sesión plenaria celebrada este miércoles, con notables similitudes a la que protagonizó hace algo más de dos años el anterior inquilino de la Moncloa.

Aunque no se pueden obviar las diferencias de los dos discursos, ambos presidentes dejaron patente que se veían obligados a incumplir su programa electoral ante una situación excepcional.

Entre otras medidas, Zapatero congeló las pensiones, suprimió el cheque-bebé y rebajó una media del 5% el sueldo de los funcionarios para ajustar 15.000 millones de euros en dos años.

Con un objetivo muy superior -ajustar 65.000 millones en dos años y medio- Rajoy ha anunciado que sube el IVA, baja la prestación por desempleo, suprime la deducción por vivienda y quita una paga extra a los funcionarios.

Los argumentos para justificar los ajustes son parecidos, pues antes y ahora el objetivo es controlar el déficit y recuperar la confianza de los mercados, pero Rajoy ha recordado ante el pleno que tiene un motivo que no podía esgrimir su antecesor: la herencia recibida.

"Es misión de mi Gobierno liberar a España del peso de esa herencia", ha subrayado para dejar claro que, si el déficit no estuviera en la actual cota o si la deuda externa fuera inferior, bajaría impuestos o pondría en marcha nuevos trenes de alta velocidad.

"No son agradables, pero son imprescindibles"

Recortes "imprescindibles", dijo Zapatero en 2010; medidas que "no son agradables, pero son imprescindibles", que "duelen", pero que son "la única opción" existente, ha advertido Rajoy.

Para ninguno de los dos fue sencillo ser portador de negras noticias: "No es fácil para un Gobierno dirigirse en estos términos a la Cámara", aseguró Zapatero; "Yo soy el primero en estar haciendo lo que no le gusta", ha admitido Rajoy.

Ambos concluyeron su discurso con una apelación a la unidad en una situación crítica, ante la que el Gobierno no podía actuar en solitario.

Zapatero pidió un "esfuerzo nacional y colectivo" y Rajoy ha instado a los españoles a demostrar, de verdad, que "somos una nación dispuesta a sacrificarse para conquistar un futuro mejor".

El color del Gobierno es diferente hoy y también lo son los integrantes de la oposición parlamentaria.

Hace dos años Rajoy acusó a Zapatero de acometer un "gran recorte de derechos sociales" y hoy Alfredo Pérez Rubalcaba, al frente de la bancada socialista, ha calificado los recortes de "injustos y económicamente inadecuados".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento