Y ese problema no lo solucionan los bajos: el 76% de los pisos de la ciudad carecen de plazas de garaje, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Así, de las 116.093 viviendas que existen en A Coruña, sólo 26.953  disponen de un aparcamiento propio para sus propietarios o inquilinos. Si aparcar en la calle no es una tarea fácil, en zonas como el centro  buscar una plaza fija para dejar el vehículo en un edificio todavía lo es menos. Esa escasez de espacios para los coches ha provocado que unos cuatro metros cuadrados (la superficie que mide de media una plaza) se paguen ya a precio de oro.

Según anuncios de particulares y agencias inmobiliarias consultadas, las plazas alcanzan en el centro los 60.000 euros, lo mismo que en ciudades como Madrid. El problema para encontrar un aparcamiento ha llegado a tal punto que las promotoras de edificios nuevos en construcción ya tienen lista de espera para hacerse con una plaza en calles tan codiciadas como Rubine y San Andrés.

¿Cómo sufre la falta de aparcamiento?

Carlos Queiro.- Empleado de Telefónica, 54 años.

«Vivo junto a la estación de tren, y menos mal que tengo garaje: cuando cojo el coche para hacer recados en el centro, me vuelvo loco. No te puedes plantear dejarlo en un parking porque los precios están por las nubes».

Jesús Veiga.- Artesano de joyas, 36 años.

«No se pueden cambiar los edificios antiguos del centro, pero en el extrarradio debería ser obligatorio. Hay que incentivar el transporte público, tanto buses como taxis, para que no se coja el coche cada vez que caen dos gotas».

José Gómez.- Profesor, 50 años.

«La solución es el aparcamiento de superficie: hay que obligar a construir aparcamientos cada cierto volumen de edificaciones, igual que con las zonas verdes. Y también fomentar un transporte público con más líneas y más barato».