El mundo onírico de Helena, la mujer del escritor uruguayo Eduardo Galeano, son protagonistas del libro 'Los sueños de Helena' pero también de una exposición que el Museo Patio Herreriano de Valladolid exhibe hasta el 30 de septiembre y que reúne más de una treintena de ilustraciones de Isidro Ferrer.

Las creaciones y "recreaciones" del ilustrador zaragozano, que escoge siempre "libros de mucho calado" —en este caso se trataba de obrar con la interpretación de la materia onírica de otros—, buscaban situar sus ilustraciones trascendiendo las palabras de Galeano a un territorio "universal" pero a la vez, personal.

Madera, alambre, peonzas, cintas métricas, metal o tela son los materiales que se han empleado para recrear las ilustraciones de Ferrer, quien mantuvo dos únicos contactos por mail con el uruguayo, a quien le interesaba mucho "trabajar desde la elipsis" en el mundo de la palabra, razón por la que se decidió a trabajar en la misma senda.

Por ello creó ilustraciones alejadas de la narrativa pero estrechamente vinculadas a lo abierto, a lo sugerente, que llamaban a la interactuación con el lector y que además constituían ya la tercera interpretación de los sueños de Helena, ahora colgados de la pared de la Sala Cero del Museo Patio Herreriano.

"Es todo un regalo", ha reconocido el ilustrador en referencia a la muestra, de la que destacó su trabajo en aspectos como la territorialidad, punto en el que se refirió a la relación estrecha de Galeano con el lenguaje de universalismo de Joaquín Torres García y su apuesta por el blanco en detrimento del color.

La interiorización de la lectura de los textos del escritor uruguayo y el recuerdo en constante cambio del que hablaba Borges marcaron la creación y recreación del ilustrador zaragozano, quien aplaudió la apertura de un museo de arte contemporáneo a la disciplina de la ilustración.

Esta exposición se enmarca en las actividades programadas en Ilustratour, que con sede en el Museo Patio Herreriano y que este año comparte sede con el LAVA, que han conseguido situar al espacio museístico como el "referente" de la programación estival del Museo.