En un búnker bajo tierra

Shoaf, secuestrada el pasado 6 de septiembre, permaneció cautiva en un búnker excavado a tres metros de profundidad en un bosque y cubierto con placas de contrachapado.

Dentro del agujero había una letrina excavada a mano, junto a la que se habían dejado rollos de papel de baño, varias estanterías fabricadas con ramas y lienzo y un hornillo de acampada.

Buscado por abuso sexual

El detenido, al que también se buscaba por otro caso de abuso sexual, será acusado formalmente de secuestro, de posesión de artefacto incendiario y de tratar de hacerse pasar por un agente de policía.

Según las autoridades, cuando Filyaw encontró a Shoaf se hizo pasar por un agente de policía e hizo deambular a la niña por el bosque hasta que quedó desorientada.

Cuando la introdujo en el búnker, la amenazó con granadas de fabricación casera y una pistola de bengalas para retenerla allí.

Además, la entrada del búnker estaba protegida con un artefacto explosivo de fabricación casera.

"Gran alivio"

Tras su rescate, la niña fue ingresada en el Kershaw County Medical Center para determinar su estado de salud, aunque aparentemente no presentaba daños.

Según McCaskill, "encontrar a Elizabeth Shoaf viva y saludable ha sido un gran alivio. Pero también es un gran alivio cuando atrapas a criminales de este tipo".