La llegada de la crisis económica y el aumento del desempleo ha incrementado el número de personas que buscan "reinventarse" a través del coaching ejecutivo, una herramienta de desarrollo directivo que se centra en explotar la potencialidad y el rendimiento de los profesionales.

Así lo ha asegurado el presidente de la Asociación Española de Coaching Ejecutivo, Organizativo y Mentoring (Aecop) y catedrático en Organización de Empresa de la Universitat de Valencia, Roberto Luna.

Luna ha explicado que en los últimos años se ha ampliado el perfil tradicional del cliente del coaching ejecutivo, de manera que ya no se trata de una disciplina centrada exclusivamente en mandos intermedios o directivos de empresas, si no que, cada vez más, acuden personas desempleadas o que, aunque tienen empleo, no saben por cuánto tiempo lo van a conservar.

"Muchos desempleados aprovechan la cantidad recibida en el despido y deciden emprender nuevos proyectos. Vienen buscando apoyo emocional para sentirse seguros y nosotros les ayudamos a que descubran su fuente de potencialidad", ha apuntado.

Las pymes también han comenzado a ser conscientes "del valor que tiene  transformar  a cuerpos directivos" pero, a diferencia de lo que ocurre en las grandes empresas, "tan solo recurren a esta técnica cuando se dan cuenta de que existe una problemática en la dirección de la empresa", señala el catedrático.

"Las grandes empresas son conscientes de que a los mejores hay que retenerlos y el dinero no siempre es suficiente, por lo que incluyen paquetes de coaching como parte de su beneficio o fidelización", ha apuntado.

La Comunitat Valenciana es la segunda comunidad autónoma en el conjunto nacional, por detrás de Madrid, en implantación de esta técnica y número de profesionales: 70 frente a los 250 con los que cuenta la capital de España y 60 de Cataluña, según datos de Aecop.

En el ámbito internacional, España es el tercer país en número de profesionales con 600 coaches, 240 de ellos certificados, mientras que Holanda e Inglaterra ocupan la primera y segunda posición, respectivamente.

En Valencia estos profesionales atienden a una media de 35 personas al año, unos 1.400 clientes en total, según los datos de que dispone la asociación.

Los procesos de coaching ejecutivo se llevan a cabo "sillón a sillón", normalmente en despachos,  aunque muchos directivos optan por realizarlos en los hoteles o incluso en aeropuertos, ya que, como explica Luna, se trata de personas con gran actividad laboral que aprovechan estos instantes para "profundizar en un área donde no sienten que poseen el rendimiento que quisieran".

Cada proceso de coaching, integrado por 6 sesiones, cuesta alrededor de 6.000 euros en niveles de alta dirección,  y unos 3.000 o 4.000 euros para pymes, según el presidente de Aecop.

Luna ha incidido en que, a pesar de la opinión generalizada, los profesionales que imparten coaching ejecutivo son ingenieros, abogados y economistas, mientras que los psicólogos tan solo representan un 10%.

Los mismos profesionales también se sumergen en procesos de coaching, como es el caso de Luna,  quien ha asegurado que se encuentra inmerso en un proceso porque se ha planteado un reto de una gestión "muy importante" y necesita "un primer acompañamiento en el lanzamiento de esos proyectos".