La Policía pidió al electricista que devolviera el Códice en enero

  • Un informe policial del 8 de julio de 2011, tres días después de la denuncia del robo, ya citaba al ahora detenido como posible autor.
  • Manuel era un tipo "cerrado y oscuro", según los investigadores.
  • Un confidente ayudó a los agentes a descubrir un cuarto de la luz secreto en la catedral que usaba Manuel cuando era el electricista.
El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.
El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.
EFE
El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.

El objetivo era recuperar en buen estado el Códice Calixtino. La única prioridad. La Policía lo tenía claro y asegura que obró en consecuencia. Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido por el robo de la obra, era el único sospechoso desde enero de este año, según explicó este jueves el máximo responsable de la investigación.

Un informe policial del 8 de julio de 2011, tres días después de la denuncia del robo, ya citaba al ahora detenido como posible autor, pero era un informe de una unidad distinta a la de la investigación y solo se trataba de un sospechoso más, ya que se investigó una a una a una treintena de personas. Manuel aparecía en una grabación del día 4 de julio con un abrigo holgado en el que parecía que ocultaba algo. Desechados los demás investigados, las pesquisas se centraron en este electricista ya retirado desde enero de 2012, seis meses después del robo.

Manuel era un tipo "cerrado y oscuro", según los investigadores. Tenía varios pisos y fincas, tres de ellos comprados en efectivo, "pagados billete a billete". Primer indicio. Además, era de constumbres fijas. Llegaba todos los días sobre las 7 de la mañana a la catedral, reazaba frente a la tumba de un canónigo, escuchaba misa (sin comulgar), un cafetito y a casa. Por la tarde la misma operación. Y los fines de semana, con su mujer a una casa de veraneo.

Además, había trabajado para la catedral desde principios de los años 80 y mantiene todavía abierto un litigio civil en el que Manuel reclama 40.000 a por trabajos no pagados. "Creemos que actuó por venganza. No tenemos constancia de que haya intentado vender el Códice".

La Policía reconoce que Manuel sabía que estaba siendo investigado y que se mantuvieron muchas reuniones informales con él para intentar presionarle para que devolviera el Códice. Incluso una vez llegó a calmar a los agentes asegurando que "no lo había quemado". La investigación ha sido compleja. Un confidente ayudó a los agentes a descubrir un cuarto de la luz secreto en la catedral que usaba Manuel cuando era el electricista. Allí se hallaron unas llaves del archivo donde se guardaba el Códice con un cartelito que ponía "archivo", con una letra muy parecida a la suya. Con ellas supuestamente entró y robó la obra.

Ahora la Policía intenta averiguar la procedenecia del 1,1 millón de euros y 30.000 dólares en efectivo que tenía. La clave son tres diarios donde anotaba todo. Los indicios apuntan a que estuvo muchos años moviéndose con total impunidad y robando lo que le apetecía.

El deán escribió sobre el Códice

La Policía reconoció ayer que el deán de la catedral, José María Díaz, ha podido reconocer la autenticidad del Códice porque él mismo hacía anotaciones en lápiz en el propio texto. El libro será devuelto a la catedral el domingo. En poder de Manuel también se hallaron 11 facísimiles de otras obras que habían desaparecido del propio despacho del deán, robos que nunca se denunciaron. Su colaboración con los investigadores ha sido nula. "No sé, no me acuerdo" han sido casi todas sus respuestas.

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