El fallecido era un enfermo de 78 años que, con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fue atendido en urgencias del citado hospital en 2003 y falleció.

Según el abogado, "las causas están acreditadas con un informe médico en el que se dice que una persona con EPOC no necesita sedación, se le pautó sedación y falleció".

Según la versión del letrado de Avinesa, "el medicamento (Midazolan) que le suministraron, está contraindicado por la Agencia del Medicamento para personas con esa enfermedad, porque con ese cuadro clínico, si no le suministran oxígeno, con esta medicación fallece y eso es lo que parece que ocurrió".

Por último, Martín añadió que "el paciente había acudido muchas veces al hospital y siempre se le había pautado oxigenoterapia, pero nunca le habían sedado sin antes haberle suministrado oxígeno".

La querella se ha presentado contra un médico del servicio de urgencias del Hospital Severo Ochoa, del que no han querido dar el nombre ni confirmar si era el jefe de urgencias, el doctor Luis Montes, o no.

Una de las hijas del fallecido, que no ha querido dar su nombre, explicó que "queremos solamente saber la verdad sobre la muerte de mi padre, no queremos buscar fantasmas, sólo queremos saber qué pasó y por qué le sedaron".

La hija de éste vecino de Leganés, fallecido en Urgencias del Severo Ochoa en 2003, puntualizó: "no entro en política, sólo pido que alguien nos defienda y que se aclare todo, porque mi padre entró bien aunque con los pulmones muy mal, lo sabíamos, pero le pusieron una inyección de no sé qué medicamento y su corazón dejó de latir".

Según este testimonio, el día que ingresó el fallecido "entró andando y no estaba tan terminal o grave ni fatigado como otras veces, eso sí, nos dijeron que se le paraban los bronquios, que no hacía bien el intercambio de oxígeno y que se estaba envenenando, pero nadie nos pidió permiso para sedarle porque nos hubiera gustado despedirnos de él, y darle un beso antes de que se muriera".

Por su parte, el Colegio de Médicos niega que hubiera sedación incorrecta en el centro y pide la dimisión de Lamela.

Los sindicatos de salud también han hecho piña con el hospital y apoyan las protestas del personal del hospital, que también son respaldadas por varios vecinos de Leganés.

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