El Seprona denuncia a dos personas por pescar cangrejos ilegalmente en la provincia de Burgos

Efectivos del Seprona de la Guardia Civil de Burgos han abierto expediente sancionador, por infracciones a la normativa de pesca, contra dos varones de 63 y 59 años a los que sorprendió pescando cangrejos con artes prohibidas en el río Arandilla y el Aranzuelo, respectivamente, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
Artes de pesca incautadas a los furtivos por parte del Seprona.
Artes de pesca incautadas a los furtivos por parte del Seprona.
GUARDIA CIVIL
Artes de pesca incautadas a los furtivos por parte del Seprona.

Efectivos del Seprona de la Guardia Civil de Burgos han abierto expediente sancionador, por infracciones a la normativa de pesca, contra dos varones de 63 y 59 años a los que sorprendió pescando cangrejos con artes prohibidas en el río Arandilla y el Aranzuelo, respectivamente, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

En el caso del varón de 63 años, la patrulla del Seprona le sorprendió cuando pescaba en el Arandilla. El furtivo, al percatarse de la presencia de los agentes, recogió todas las artes y salió corriendo.

Al ser interceptado, y una vez requerido para que aportara el DNI, el pescador no pudo hacerlo ya que no la llevaba consigo, pese a que dicha documentación debe ser portada siempre cuando se realiza el ejercicio de la pesca. Además, carecía de licencia de pesca, ante lo cual alegó que la iba a obtener el próximo mes.

Tampoco respetaba la distancia mínima entre pescadores que marca la ley, 10 metros, al tener introducidos sus reteles en el agua intercalados entre las artes de otros pescadores que se encontraban en el lugar.

En el interior de un saco que portaba se le intervino un butrón, a pesar de estar prohibido su uso para la pesca del cangrejo, así como cuatro reteles que, aunque homologados, carecían de la preceptiva placa identificativa, ya cebados para su uso. También fueron intervenidos y sacrificados, en presencia del infractor, según marca la normativa, ocho ejemplares vivos de cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus).

En otro lugar, en el río Aranzuelo, fue sorprendida otra persona de 59 años cuando manipulaba reteles en el cauce. Además de no colocar en los aparejos la preceptiva placa identificativa, en la que debe figurar nombre, apellidos y DNI del titular, ocupaba 250 metros de río, cuando la distancia máxima que puede ocupar un pescador con sus reteles es de 100 metros.

La infracción más relevante consistió en que se encontraba practicando la pesca del cangrejo en una masa de agua catalogada como no autorizada para ello. Los cinco reteles que portaba, cebados para su uso, fueron intervenidos.

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