Cinco de los nueve impositores de la Cooperativa de L'Aldea que se habían postulado para relevar la actual junta rectora han anunciado que renuncian a liderar la continuidad de la cooperativa, según ha explicado a Europa Press el líder de este equipo de impositores, Jordi Gas.

Según él, se han echado atrás porque no se han cumplido las dos condiciones que consideraban imprescindibles: la aprobación de las cuentas y la presentación de una auditoría y la aportación de una ayuda económica de la Generalitat.

Ha reprochado al Govern que no haya aportado ninguna ayuda para la reactivación de la cooperativa, y ha criticado que sí lo haya hecho en el caso de otras empresas también en concurso de acreedores como Boí Taüll y Port Ainé.

Gas y cuatro impositores más anunciaron su renuncia en una asamblea celebrada este lunes por la noche en el Ayuntamiento de L'Aldea.

Tres de los impositores que formaban parte de ese mismo equipo han mantenido su intención de formar una nueva junta, ante lo que Gas ha asegurado que no van a poner palos a las ruedas para facilitar que se produzca un relevo en la dirección lo antes posible.

El Juzgado Mercantil número 1 de Tarragona declaró en abril el concurso voluntario de acreedores de la cooperativa, que presentó un pasivo superior a cinco millones de euros con más de 50 acreedores, y el inventario supera los cinco millones.

Actualmente, todavía siguen bloqueados 4,3 millones de euros correspondientes 320 impositores.