Mariló Valle: "Dar de mamar está pasado de moda y se menosprecia"

Las claves:
  • Tiene 36 años. Es empresaria, madre y ama de casa.
  • Acaba de montar una empresa de ropa y complementos de lactancia.
  • "Quería un trabajo que me permitiera escuchar la primera palabra de mi hijo".
Mariló Valle
Mariló Valle
H.C
Mariló Valle
Los brazos de Mariló son característicos de una madre: fuertes, cálidos y suaves. Terminan en manos que recompensan con caricias, que tienden a buscar una mano más pequeña cuando hay que cruzar la calle. Estudió Biología, dejó su empleo, se fue con su marido a Francia y más tarde vivió en Irlanda, donde, en 2002, nació su hija Marina y le dieron la posibilidad de reducir la jornada laboral.

De nuevo en Madrid, con su segundo hijo a punto de nacer, comprobó que las condiciones de España no eran las de allí. Entonces decidió montar su

negocio:  Vende camisetas para dar de mamar.

Dar de mamar por primera vez fue un acontecimiento importante en la vida de Mariló.

Entendió el contacto de la niña con el pecho como el vínculo más fuerte, un acto natural que "ahora está pasado de moda e incluso menospreciado".

Más que un vicio, un negocio

Repitió experiencia con su hijo de año y medio, Nicolás, al que sigue dando de mamar: "Algunos me dicen: ‘Eso ya es vicio’, pero la Asociación Nacional de Pediatría recomienda mantenerlo hasta los dos años".

La lactancia es algo más que un consejo médico. En su blog  hay una intensa carta a Nicolás hablando de la grandeza de dar el pecho: "Disfruté en primer plano de tus primeras sonrisas, de tus primeros mimos, de tus primeros sonidos y de las primeras veces que con tus diminutas manitas intentabas agarrar mis cadenas y collares. Los colores de mi ropa fueron los primeros que descubriste y la primera caricia que me ofreciste, me la diste mientras mamabas".

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